Traducción
reealizada por los estudiantes de Licencia 2 LEA (Idiomas Extranjeros
aplicados al Negocio) - Montpellier III - Clase de Michel Boeglin.
Traduction réalisée
par les étudiants de Licence 2 LEA- Montpellier – Université
Montpellier III. Cours de Michel Boeglin
Outil de traduction: Systrans (http://w4.systranlinks.com), dictionnaires
en ligne http://elmundo.es/diccionarios , Syno (http://elsap1.unicaen.fr/cgi-bin/cherches.cgi)
, Google.com (outil de recherche et de vérification)
|
Ecoturismo
: El Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche
El
Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche ocupa el extremo
occidental de Sierra Morena, al norte de la provincia de Huelva, y limita
con Portugal y las provincias de Sevilla y Badajoz. Con sus 184.000
hectareas, que comprenden total o parcialmente 28 terminos municipales,
y una población de unos 40.000 habitantes, es una de las masas
forestales protegidas más extensas de Europa.
Con una altitud media de casi 500 metros sobre el nivel de mar, y acariciada
por los frescos vientos atlánticos, la región disfruta
de un clima atemperado todo el año, ideal para las vacaciones.
Puede
accederse al parque a tráves de tres carreteras nacionales: la
N-433 (Sevilla-Lisboa), la N-435 (Huelva-Badajoz) y la N-630 (Madrid-Sevilla).
Tiene acceso también a traves de dos carreteras comarcales (C-437
y C-439) y una docena de carreteras locales.
La diversidad de paisajes que podemos disfrutar en este Parque Natural
es el producto de la conjunción de las condiciones climáticas
(con temperaturas relativamente suaves y precipitaciones abundantes,
hasta 1.500 l/m2 en algunos puntos) y del aprovechamiento y uso de los
recursos de la sierra que los habitantes han desarrollado durante siglos.
El
paisaje de la dehesa de encinas es el más extenso del Parque.
Ha sido sustituida en algunas zonas llanas del norte por pastizales
y cultivos de cereales y, donde antaño se abandonaron éstos,
el matorral tapiza en exclusiva el suelo.
En zonas un poco más humedas, por su mayor altitud y cantidad
de lluvias o por estar en laderas orientadas al norte o de umbría,
el alcornocal es el bosque predominante. Los olivares alternan con los
encinares y alcornocales, normalmente en las laderas de solana y cercanos
a los pueblos.
Alcornocal en Los Romeros (ilustración)
En las áreas de mayor altitud y precipitaciones, encontramos
los castañares, de hojas caducas y preciadas castañas.Éstos
se introdujeron hace siglos en los dominios naturales de otros árboles
de hoja caduca, los robles melojos o rebollos, sustituyéndolos.
Estos últimos sobreviven sólo en las zonas de lindes o
cercas de piedras o en pequeños bosquetes en zonas de difícil
acceso, al igual que los quejigos, que ofrecen sus tonos amarillentos
o anaranjados, menos intensos, al paisaje serrano.
Finalmente, en los valles junto a los cursos permanentes de agua, el
paisaje se enriquece con la presencia del bosque de ribera en el que
árboles como chopos, sauces, alisos y fresnos, de carcterísticos
amarillos otoñales, ofrcen soporte y sombra a las plantas trepadoras
y arbustos que se benefician de la humedad permanente del arroyo. En
las vegas de los valles cercanos a los pueblos aparecen los huertos
de frutales, completando con sus frutos, sus hojas y sus flores la amplia
gama de colores que ofrecen los paisajes serranos. En algunas zonas,
el paisaje es dominado por las repoblaciones de pinos o por desafortunadas
plantaciones de eucaliptos.
|
Tourisme
vert: Andalousie : la Sierra d'Aracena et des Monts d'Aroche
Le
parc naturel de la Sierra d'Aracena et des Monts d'Aroche en Andalousie
occupe l'extrémité occidentale de la Sierra Morena, au
nord de la province de Huelva, et jouxte le limites du Portugal et des
provinces de Séville et de Badajoz. Avec ses 184.000 hectares,
qui recouvrent en totalité ou partiellement 28 localités,
et une population de quelque 40.000 habitants, c'est un des massifs
forestiers protégés les plus étendus d'Europe.
À une altitude moyenne de près de 500 mètres au-dessus
du niveau de la mer, et baignée par les vents frais de l'Atlantique,
la région connaît un climat tempéré tout
au long de l'année, idéal pour les vacances.
On
peut accéder au parc à travers trois routes nationales
: la N-433 (Séville- Lisbonne), la N-435 (Huelva-Badajoz) et
la N-630 (Madrid- Séville). Vous pouvez également vous
y rendre en empruntant deux routes régionales (C-437 et C-439)
et une douzaine de petites routes locales.
La diversité de paysages dont on peut jouir dans ce Parc Naturel
est le fruit de la conjonction de plusieurs facteurs : les conditions
climatiques (avec des températures relativement douces et des
précipitations abondantes, jusqu'à 1.500 l/m2 dans certains
endroits) et l'utilisation des ressources de la montagne durant des
siècles par les habitants et le parti qu'ils en ont tiré.
Le
paysage de forêts de chêne est le plus étendu dans
le Parc. Sur certains plateaux du nord, ces bois ont cédé
la place à des pâturages et des champs de céréales
et, là où ceux-ci ont naguère été
délaissés, le maquis tapisse exclusivement le sol.
Dans certaines zones qui sont un peu plus humides, du fait de leur altitude
élevée et de la pluviométrie ou du fait de leur
situation sur des versants exposés plein nord ou ombragés,
les bois de chênes-lièges sont prédominants.
Les oliveraies alternent avec les chênaies et les plantations
de chênes-lièges, normalement sur les pentes ensoleillées
et proches des villages.
Bois de chêne-lièges dans Les Romeros (illustration)
PIE DE FOTO
Dans les zones plus élevées et plus humides, on trouve
les châtaigneraies, aux frondaisons caractéristiques et
aux marrons si prisés. Les châtaigners ont été
introduits il y a plusieurs siècles sur l'espace naturel occupé
par d'autres arbres à feuilles caduques , les chênes pubescents
ou rouvres, et les ont remplacé. Ces derniers ne subsistent qu'à
l'orée des bois, le long des murs de clôture ou dans de
petits bosquets difficile d'accès, tout comme les quejigos (variété
locale de chêne rouvre), qui offrent leurs tons jaunes ou orangés,
moins intenses, au paysage de la montagne.
Enfin, dans les vallées aux cours d'eau permanents, le paysage
s'enrichit de la présence de la forêt de berge dans laquelle
des arbres comme les peupliers noirs, les saules, les aulnes et les
frênes, aux tons jaunes automnaux caractéristiques, offrent
ombre et support aux plantes grimpantes et aux arbustes qui bénéficient
de l'humidité constante du cours d'eau. Dans les plaines fertiles
qui bordent les ruisseaux à proximité des villages, les
vergers font leur apparition, complétant avec leurs fruits, leurs
feuilles et leurs fleurs la vaste gamme de couleurs qu'offrent le panorama
de la sierra. Dans certaines zones, le paysage est dominé par
les reboisements en pins ou par les plantations funestes d'eucalyptus.
|
Estos
paisajes permiten la existencia de una variada fauna. Además
de numerosas especies de anfibios, reptiles y pájaros, estas
sierras están habitadas por mamíferos predadores como
la nutria, el gato montes o cerval, el meloncillo, la comadreja, la
garduña o papardilla, la gineta y el zorro, destacando la presencia
del lince o gato clavo. También se encuentran otros mamíferos
como el ciervo y el jabalí. Numerosas aves rapaces surcan los
cielos serranos como las águilas reales, perdiceras, culebreras,
y calzadas, el ratonero, el buho real y el buitre leonardo. Merece ser
señalada la presencia del escaso buitre negro y la cigüeña
negra.
Inmerso en los paisajes de estas sierras se encuentra una densa trama
de infraestructuras que se han ido construyendo a lo largo de los siglos:
cientos de kilometros de muros o cercados de piedras (obra colosal en
su conjunto), caminos y empedrados, molinos de agua, azudes, fuentes,
abrevaderos, pozos, acequias, albercas, vados, muros de contención
de tierras, apriscos o corrales, chozos, etc.., todo tipo de estructuras
de ingeniería rural tradicional para el manejo de los recursos
del agua, suelo y vegetación. Un sinfín de elementos que
conforman un patrimonio rural de un valor incalculable y cuya conservación
merece la necesaria atención por parte de todos.
En este escenario se han venido realizando desde tiempo inmemorial los
aprovechamientos tradicionales de los recursos naturales serranos: la
ganadería extensiva del cerdo ibérico criada en las dehesas
de encinas y alcornoques en montanera (y su afamada industria chacinera)
y de otros ganados en menor medida; el corcho extraido de los alcornocales
(y su ya extinguida pequeña industria de tapones); la castaña
en los castañares; las frutas de los huertos de ribera (hoy día
prácticamente sólo para el autoconsumo) y la minería
de cobre, plata e hierro (ya prácticamente desaparecida); aprovechamientos
que forman parte del patrimonio cultural de la sierra y que han modelado,
en gran medida, los paisajes serranos.
El aprovechamiento de los recursos de la sierra ha permitido a lo largo
de la historia el asentamiento de las poblaciones (y repoblaciones de
gallegos y leoneses en los siglos XIV XV) en los pueblos del Parque
Natural. Éstos albergan un importante patrimonio arquitéctonico
y cultural. Tanto es así que estas pequeñas localidades,
en su conjunto, constituyen la zona de Andalucía de mayor densidad
de patrimonio histórico y artístico.
Además del patrimonio arquitectónico, los pueblos de la
sierra y sus habitantes conservan un singular patrimonio cultural que
merece nuestra atención, y en algunos casos, al igual que muchos
elementos del paisaje y de los pueblos, medidas urgentes que eviten
su desaparición.
Los magníficos productos del cerdo ibérico otorgan fama
universal a estas sierras, sin olvidar otras exquisiteces de la gastronomía
serrana como son las setas (gurumelos, gallipiernos, tentullos, tanas
o níscalos).
En los pueblos de la sierra encontramos ademas una variada artesanía:
cerámica y alfarería, cestería, marroquinería,
y guarnicionería, artesanía, textil y bordados, carpintería
y talla de madera e incluso forja, 'romanería' (fabricación
de basculas romanas) y 'frenería' (fabricación de artículos
para equitación).
|
Ces
lieux naturels abritent une faune variée. Outre de nombreuses
espèces d'amphibiens, de reptiles et d'oiseaux, ces montagnes
sont habitées par des mammifères prédateurs comme
la loutre, le chat sauvage ou cerva qui ressemble à un petit
lynx, le meloncillo, variété de mangouste qu'on ne trouve
que dans cette zone d'Europe, la belette, la fouine ou papardilla, la
genette et le renard, avec la présence remarquable, en outre,
du lynx ou du gato clavo (autre variété de chat sauvage).
On trouve également d'autres mammifères comme le cerf
et le sanglier.
De nombreux rapaces sillonnent les cieux des montagnes comme les aigles
royaux, les aigles de Bonnelli , l'aigle jean le blanc et l'aigle botté,
la buse pattue, le hibou grand duc et le vautour leonardo, variété
espagnole qui se caractérise notamment par le fait qu'il n'a
pas le cou pelé. Mention doit également faite de la présence
du vautour noir, espèce rare, et de la cigogne noire.
Une fois plongé dans les paysages de ces montagnes, on trouve
une trame dense d'infrastructures qui ont été construites
tout au long des siècles : des centaines de kilomètres
de murets ou d'enclos en pierre (œuvre colossale dans son ensemble),
sentiers et chemins pavés, moulins à eau, norias , fontaines,
abreuvoirs, puits, canaux d'irrigation, étangs, gués,
murets de soutènement, enclos et bergeries, cabanes, etc...;
des constructions en tout genre fruit du génie rural et traditionnel
pour l'utilisation des ressources hydrauliques, terrestres et végétales.
Une conjonction infinie d'éléments qui modèlent
un patrimoine rural d'une valeur inestimable et dont la conservation
mérite les égards nécessaires de tout un chacun.
Dans ce cadre et depuis un temps immémorial, l'exploitation traditionnelle
des ressources naturelles de la montagne a progressivement été
menée à bien : l'élevage extensif du cerdo ibérico,
porcs noirs semi-sauvages qui se nourrissent de glands dans les pacages
de chênes verts et de chênes-lièges (et l'industrie
de charcuterie devenue internationalement célèbre) et
d'autres types de bétail dans une moindre mesure ; le liège
extrait des plantations de chênes-lièges (et sa petite
industrie de liège éteinte aujourd'hui) ; les marrons
dans les châtaigneraies ; les fruits des vergers des vallées
(de nos jours pratiquement destinés à la seule auto-consommation)
et l'industrie minière du cuivre, de l'argent et du fer (pratiquement
disparue aujourd'hui) ; exploitations qui font partie du patrimoine
culturel de la montagne et qui ont modelé, dans une grande mesure,
les paysages des collines.
L'utilisation des ressources de la montagne a permis tout au long de
l'histoire l'aménagement des villages (et le repeuplement par
des populations originaires de Galice et de León dans aux XIVe
et XVe siècles) dans les localités du Parc Naturel. Celles–ci
abritent un important patrimoine architectural et culturel. À
tel point que ces petites localités, dans leur ensemble, font
de cette zone la région d'Andalousie à la densité
de patrimoine historique et artistique la plus élevée.
Outre le patrimoine architectural, les villages de montagne et leurs
habitants conservent un patrimoine culturel singulier qui mérite
tous nos égards, et dans certains cas, comme c'est également
le cas pour de nombreux éléments du paysage et des villages,
des mesures urgentes pour empêcher leur disparition.
Les produits succulents issus du cerdo ibérico ont fait la renommée
universelle de ces montagnes, sans oublier d'autres délices de
la gastronomie de la Sierra tels que les champignons (les gurumelos,
variété locale d'amanite), les coulemelles ou lépiotes
élevées (gallipierno), les bolets bronzés (tentullos),
les amanites des Césars (tanas) ou les lactaires délicieux
(níscalos).
Dans les villages de la Sierra, se trouve en outre un artisanat varié
: céramique et poterie, vannerie, maroquinerie, et bourellerie,
artisanat textile et broderies, menuiserie et sculpture sur bois et
même en fer forgé, la fabrication de balances romaines
(romanería) et la fabrication d'articles pour l'équitation.
|
|
|
Gastronomía
La diversidad de origen de la población serrana, descendiente
de mozárabes y de repobladores leoneses, gallegos y castellanos,
ha producido, al calor de las fiestas y del fervor religioso, una rica
gastronomía dentro de la tradición culinaria mediterránea.
El cerdo ibérico, con el famoso jamón de Jabugo y los
embutidos, proporciona los productos culinarios más emblemáticos
del parque. Pero la cocina popular serrana tiene otras interesantes
recetas. El mismo cochino es el ingrediente principal del 'rollo de
carne', el 'relleno de la Sierra', el lomo con frutos secos, el salchichón
en aguardiente de Cortegana, el adobao de Aroche y el sabroso caldillo
de las matanzas. Otras carnes exquisitamente preparadas son el pollo
al ajillo, la perdiz en estofado y el conejo al ajillo.
Entre las sopas cabe mencionar el ajo gañán, la sopa de
olores y la sopa de carnaval, y entre las verduras el guiso de papas
chicas de Jabugo, el bollo de papa, el pisto y las habichuelas con tomate.
Otros preparados típicos son las migas, el gazpacho majao, el
gazpacho de invierno y la empanada de Higuera de la Sierra.
Por otro lado el Parque se ubica en una de las pocas zonas micófilas
de la España mediterranea, de modo que el gurumelo, la tana,
el tentullo, el gallipierno, la josefita, el níscalo y la cagarría
son especies de setas tradicionalmente consumidas. El gurumelo (Amanita
ponderosa), sin duda la seta más preciada, ha dado origen a algunos
de los platos más sabrosos y típicos de la cocina serrana:
el guiso de habas tiernas con gurumelos, los gurumelos guisados y los
gurumelos en fritada.
Por último cabe también mencionar, entre los postres,
la tarta de castañas de Fuenteheridos, las flores de miel y los
huevos moles de Corteconcepción, el prestine de Encinasola, la
sopa de castañas de Castaño del Robledo, las torrijas,
los pestiños, las perunillas, los melocotones en aguardiente,
el dulce de membrillo, la crema de bellotas y la torta de chicharrones.
Y entre las bebidas destacan el mosto de Galaroza, los aguardientes
de Almonaster la Real y otros licores de guinda, entre otros, de Higuera
de la Sierra.
Todo un alarde de ingenio popular al servicio del paladar.
|
Gastronomie
(spécialités de la province de Huelva)
La diversité des origines de la population de la Sierra, descendant
des mozarabes et des repeupleurs de León, de Galice et de Castille
a produit à l'occasion des fêtes et de la ferveur religieuse,
une riche gastronomie dans la tradition culinaire méditerranéenne.
Le cerdo ibérico, avec le fameux jambon, le jamón de Jabugo
et les charcuteries, fournit les produits culinaires les plus emblématiques
du parc. Mais la cuisine populaire a d'autres recettes intéressantes.
Le porc est toujours l'ingrédient principal du rouleau de viande
(rollo de carne), de la farce de la Sierra, le filet aux fruits secs,
le saucisson dans l'eau de vie de Cortegana, la daube (adobao) d'Aroche
et l'exquise soupe de porc (caldillo de matanzas). Comme autres viandes
très finement préparées on trouve le poulet à
l'ail (pollo al ajillo), l'estouffade de perdrix et le lapin à
l'ail.
Parmi les potages, il convient de mentionner l'ajo gañán
(soupe de sardines et de pommes de terre à l'ail), la sopa de
olores et la soupe de carnaval (soupe au chorizo) et parmi les légumes
le ragoût de petites pommes de terre de Jabugo, le chasson aux
pommes de terre (bollod e papa), le pistou et les harcitos à
la tomate. On trouve d'autres plats typiques comme les migas, plat traditionnel
à base de pain et de pomes de terre, le gazpacho majao et le
gazpacho d'hiver y l'empanada Higuera de la Sierra (sorte de tourte).
D'un autre côté le Parc se situe dans l'une des rares zones
micophiles de l'Espagne méditerranéenne : les gurumelos
(variété locale d'ammanite), les amanites des Césars
(tana), les bolets bronzés (tentullos), les coulemelles (gallipierno),
les psalliotes des prés (josefita) les lactaires délicieux
(níscalos) et la morille ronde (cagarría) sont des variétés
de champignons traditionnellement consommés. Le gurumelo (Amanita
Ponderosa) est sans doute le champignon le plus prisé; il a donné
naissance à certains des plats parmi les plus savoureux et typiques
de la cuisine de la Sierra : le ragoût de fèves aux gurumelos
et à autre type de ragoût, le guisado de gurumelos et aux
gurumelos en friture.
Enfin, il convient aussi de mentionner, parmi les desserts, la tarte
aux châtaignes de Fuenteheridos, les fleurs de miel et les huevos
moles de Corteconcepción (sorte d'entremets de jaunes d'oeuf),
le prestine d'Encinasola, la soupe de châtagines d'El Castaño
del Robledo, les torrijas, (pain-perdu), les pestiños (beignets),
les perrunillas(sablés), les pêches marinées dans
de l'eau de vie, la pâte de fruit de coing, la crème de
glands et la tarte au lard.
Et parmi les breuvages, on relèvera le mosto (vin nouveau) de
Galaroza, les eaux de vie d'Almonaster la Real et d'autres liqueurs
de griotte, entre autres, de Higuera de la Sierra.
Tout un étalage du génie populaire au service du palais.
|
|
|
|
|