Texte 4.-Le sommeil occupe le tiers de notre vie : à 60 ans, nous avons dormi 20 ans! Indispensable à la récupération de nos forces physiques et psychiques, il est essentiel à une bonne qualité de vie.Pourtant, à notre époque, on ne lui donne pas la place qu'il mérite. On le considère souvent comme une perte de temps : malmené par des emplois du temps surchargés ou décalés, altéré par des drogues qui nuisent à notre santé, il ne peut plus jouer son rôle réparateur. Le sommeil mérite d'être mieux connu pour nous permettre d'en obtenir la quantité et la qualité nécessaire à une bonne qualité de vie.

Le sommeil est un état caractérisé par une activité corporelle très réduite et une perception quasi absente de notre environnement. La plupart des chercheurs pensent que le sommeil a une importance vitale dans notre vie, bien que les répercussions ne soient pas encore connues dans le détail. Nous dormons parce que nous nous fatiguons et que nous ne pouvons plus travailler quand nous sommes trop fatigués. Mais nous ne connaissons pas scientifiquement la raison de la fatigue. Tous les mammifères, quelques oiseaux et reptiles ont besoin de sommeil.

 

El sueño ocupa un tercio de nuestra vida: a 60 años, ¡hemos dormido 20 años! Indispensable para recuperar nuestras fuerzas físicas y psíquicas, es esencial para una buena calidad de vida. Con todo, hoy en día, no le otorgamos la importancia que merece. Lo consideramos a menudo como una pérdida de tiempo: maltratado por horarios sobrecargados o desfasados, alterado por drogas que perjudican nuestra salud, ya no puede desempeñar su papel reparador.
El sueño merece conocerse mejor para permitirnos obtener la cantidad y la calidad necesarias para una buena higiene de vida.

El sueño es un estado caracterizado por una actividad corporal muy reducida y una percepción de nuestro entorno casi ausente/nula. La mayoría de los investigadores piensan que el sueño tiene una importancia vital en nuestra vida, aunque las repercusiones no se conozcan aún con detalle. Dormimos porque nos cansamos y no podemos trabajar más cuando estamos demasiado cansados. Pero desconocemos científicamente la causa del cansancio. Todos los mamíferos, algunos pájaros y reptiles necesitan dormir.

Nous sentons tous quand nous avons besoin de dormir et nous savons également quand le sommeil a rempli sa fonction : on a assez dormi quand, en cours de journée, on peut se livrer à une activité longtemps, en position assise, en restant concentré. La durée moyenne du sommeil pour adultes est de7 à 8 heures, mais pour respecter celle de tous les hommes on doit élargir cet intervalle de 6 à 9 heures. Elle varie en réalité de 3 à 12 heures. On dort mieux quand on se sent bien psychiquement et physiquement.

Il n'y a pas de règles et chacun doit trouver la température optimale, les vêtements adaptés. Il n'existe pas non plus de position idéale pour dormir. La plupart des personnes changent souvent de position pendant le sommeil, ce qui est bon pour la circulation.

 

Todos nos damos cuenta de cuándo tenemos que dormir y sabemos también cuándo el sueño cumplió su función: hemos dormido bastante cuando, durante el día, podemos dedicarnos a una actividad durante mucho tiempo, en posición sentada, permaneciendo concentrados. La duración media del sueño para adultos es de 7 a 8 horas, pero para respetar la de todo el mundo se debe ampliar este intervalo de 6 a 9 horas. Varía en realidad de 3 a 12 horas. Dormimos mejor cuando nos sentimos bien psíquica y físicamente.


No existen reglas y cada uno debe encontrar la temperatura óptima, la ropa adecuada. No existe tampoco posición idónea para dormir. La mayoría de las personas cambian a menudo de posición durante el sueño, lo cual es bueno para la circulación.

     

TEXTO DE APOYO

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Claves para dormir mejor y vivir más

Cada vez dormimos menos horas y, en muchos casos, en peores condiciones y con trastornos que nos impiden descansar y recuperarnos, y deterioran nuestra calidad de vida. Los expertos investigan cuáles son el ambiente ideal y los mejores hábitos, para hacer más saludable y placentera la actividad a la cual dedicamos un tercio de nuestra existencia: el sueño.
Aunque la mitad de la gente calcula que duerme lo mismo, en general, una de cada tres personas, exactamente el 36 por ciento de la población, duerme menos que hace cinco años, y el número de horas de sueño ha descendido especialmente en países tan dispares como Malasia, España, Italia, Francia y China.
España es uno de los países del mundo donde más ha descendido el promedio horas de sueño durante el último quinquenio. Sus habitantes duermen cada noche un promedio de 7,05 horas, cifra que se sitúa a medio camino entre la de los países donde se duerme más, como Holanda y Polonia, con 7,30 horas al día, y, donde se duerme menos: Malasia, con apenas 6,30 horas diarias.
Son algunos de los resultados de un estudio internacional sobre los hábitos de sueño y descanso y las tendencias sociales que influyen en dormitorio, elaborado para la multinacional sueca del mueble Ikea, para el cual se ha entrevistado a 14.000 personas de 27 países repartidos por los cinco continentes.
EL DORMITORIO, EN EVOLUCIÓN
A diferencia de los mayores, que lo emplean de forma menos flexible, los jóvenes utilizan su dormitorio para muchas funciones: permanecen allí cuando juegan con sus consolas, ven la televisión u oyen la radio y traen amigos para pasar un rato.
En el dormitorio, no sólo se duerme menos y se desarrollan más actividades, como desvela este estudio, sino que se descansa peor, debido a numerosos trastornos, sobre todo el insomnio, que deterioran la calidad de vida, reducen la productividad laboral y aumenta el riesgo de dolencias orgánicas y mentales y accidentes.
Tal es la trascendencia del problema, que la Organización Mundial de la Salud, OMS, ha puesto en marcha el Proyecto Mundial Sueño y Salud, que consiste en una campaña de divulgación bajo el lema “Dormir bien es vivir mejor”, en la que participan médicos, científicos y la industria farmacéutica.
POR QUÉ DORMIMOS MENOS Y PEOR
“Además de menos, se duerme peor, debido a que la industrialización aumenta los trastornos por estrés y de los ritmos biológicos, y es cada vez más común el trabajo a lo largo de las 24 horas. Además, la iluminación eléctrica permite mantener la actividad hasta antes de irse a dormir, sin que se produzca la necesaria desaceleración para conciliar el sueño”.
“Los antiguos griegos atribuyeron la necesidad de dormir al dios hypnos (sueño), hijo de la Oscuridad y de la Noche, y hermano de la Muerte. En términos menos mitológicos y más científicos, puede decirse que el sueño es un estado fisiológico, activo y rítmico, que aparece cada 24 horas en alternancia con el otro estado de conciencia básico que es la vigilia”, explica a EFE-Reportajes, el experto en hipnosis, José María Doria.
“Lejos de ser una etapa inactiva en donde reposamos en silencio, es un estado de gran actividad, donde se operan cambios hormonales, metabólicos, térmicos, bioquímicos y en la actividad mental, fundamentales para lograr un equilibrio psicofísico adecuado y un correcto funcionamiento durante el día”, señala.
Este cambio en la actividad de conciencia “también es un estado inmerso en el misterio, porque si bien soñamos una cuarta parte del tiempo en que dormimos, sólo recordamos unos segundos o minutos de ese lapso, y el resto se ignora que ocurre”, dice.
HIGIENE MENTAL, RESPIRACIÓN Y GIMNASIA
“Aunque no conocemos con exactitud la función del sueño, lo que si no hay duda que su calidad influye sobre la de nuestra vida”, señala Doria, que brinda estos consejos para dormir mejor:
· Atienda los últimos pensamientos del día. “Hay que irse a la cama libre de preocupaciones, miedos, tensiones y de aquellas emociones y pensamientos negativos, que influyen en la calidad del sueño y lo agitan. Para acostarse con una actitud más higiénica, abierta y de confianza, en vez de ver la televisión, es preferible mantener una conversación relajante, escuchar una música suave y agradable o buscar una lectura serena y enriquecedora”.
· Evite el sedentarismo, altera el sueño. “No sólo hay que acostarse cansado emocionalmente, debido al ajetreo del día, sino que también nuestro cuerpo debe desear el descanso. Para ello conviene hacer ejercicio aeróbico (bicicleta, carrera) unas horas antes de dormir, pero nunca poco antes. El sexo también es un buen inductor del sueño”.
· Respire, parar apagar la radio en su cabeza. “Mantener una respiración lenta y profunda, sentado en un sofá o en la cama, antes de cerrar los ojos, es un buen recurso para atemperar una mente hirviente y neutralizar la agitación de ideas, que impiden dormir. Haga cuarenta respiraciones, contándolas mentalmente, inhalando y exhalando el aire por la nariz, aflojando el abdomen y dejándolo que salga hacia fuera, como respiran los bebés”.
Durante el sueño se normaliza la regulación de la temperatura corporal y se desarrollan las funciones de consolidación, programación y organización de los procesos relacionados con la memoria, así como la recuperación de las funciones mentales ejecutivas, que se localizan en la parte prefrontal del cerebro.
LOS ENIGMAS DE LA ALMOHADA
El dormir es tan vital para la salud que antes se produciría la muerte por ausencia de sueño que por falta de comida. Según los expertos, lo máximo que una persona ha resistido sin dormir son 11 días, aunque realizando algunos micro sueños. Una persona no podría resistir más de 48 horas seguidas sin dormir nada.
El estudio científico del sueño y sus trastornos se inició en la década de 1970, y han demostrado una clara relación entre la cantidad y la calidad del sueño, y la salud y la esperanza de vida.
Se calcula que un tercio de la población adulta padece en mayor o menor grado alteraciones del sueño, de las cuales la más frecuente es el insomnio, responsable de la mitad de los accidentes de tráfico y laborales y de un tercio de los domésticos.
Investigaciones de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, han evidenciado que los cambios de la función cerebral durante el sueño afectan a otros sistemas del organismo, sobre todo el respiratorio y el cardiovascular, que se pueden ver alterados patológicamente. Ello concuerda con el fenómeno de que la mayor mortalidad por infartos se produce de madrugada.
Otros estudios revelan una clara relación entre la cantidad y calidad de horas de sueño y la esperanza de vida, y que la mortalidad es más alta en las personas que duermen muy pocas horas comparada con las que duermen más. Las consecuencias se agravan si el sueño no es suficientemente restaurador.
De todos modos, no existe un número ideal de horas de sueño: a algunas personas les basta con cinco horas y otras necesitan el doble de tiempo para sentirse descansadas durante el día.
NORMAS PARA ATRAER A MORFEO
El dormir mal influye decisivamente en la calidad de vida. Quienes sufren insomnio se sienten cansados, somnolientos, con alteraciones del humor y dificultad de concentración y tienen más de probabilidades de convertirse en enfermos psiquiátricos por depresión y ansiedad, así como también un riesgo mayor de sufrir hipertensión, traumatismos y enfermedades crónicas.
Para prevenir y aliviar el insomnio y otras alteraciones, el doctor José Ramón Valdizán, jefe del Servicio de Neurofisiología del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, en España, ha explicado unas sencillas normas de higiene del sueño, las cuales no siempre mejoran el problema radicalmente, pero cuya falta de aplicación conduce inevitablemente a que empeore.
- Para inducir el sueño rápidamente puede tomarse un hipnótico de última generación no benzodiacepínico, como un recurso puntual, aunque no como tratamiento, el cual debe abordar el especialista.
- Dormir en una habitación bien ventilada, evitar las discusiones con las familia antes de acostarse, no llevarse los problemas a la cama y cenar dos horas antes de ir a dormir, son algunas medidas eficaces para ayudar a conciliar el sueño naturalmente.
Otras medidas –según Valdizán- son “no acostarse con hambre ni después de una comida muy pesada o copiosa, evitar que lleguen ruidos o luz en exceso al dormitorio, no trabajar hasta última hora ni efectuar, antes de dormir, tareas que requieran concentración, ni consumir menos café, alcohol, té, refrescos, tabaco y cacao, que funcionan como estimulantes”.
También ayudan a dormir mejor, y a vivir más, ciertos hábitos como mantener horarios regulares, evitar el exceso de frío o calor en el ambiente en que se duerme, practicar ejercicio físico regular y moderado, y no permanecer en la cama largo tiempo despierto; evitar la automedicación y no hacer siestas de más de media hora.
Sin olvidar la importancia de contar con un colchón adecuado.
El sueño es fundamental para la salud y por sus deficiencias se paga un alto precio a largo plazo.
Para dormir más y mejor se recomienda sobre todo “regularizar en lo posible las horas en que nos alimentamos, acostamos y levantamos y ejercitamos, reducir o suprimir el sueño diurno o siesta, e ir desacelerando la actividad gradualmente antes de irse a dormir, y eliminar todos los elementos del ambiente que supongan molestias para dormir”.