Microsoft compra los derechos del Unix de SCO e intenta amenazar el futuro de
Linux
El "asunto SCO" se está complicando por momentos; ahora la multinacional
de Redmond puede tener el futuro del sistema operativo del pingüino en sus
manos.
Todo empezó hace unos tres o cuatro meses, como una "algarada"
más en la que, a juicio de los defensores del software libre, una empresa
intentaba aprovecharse del éxito de Linux para sacar beneficios económicos.
Y esta empresa era SCO, que demandaba en un primer momento a IBM y posteriormente
amenazaba a SuSE, una de las empresas punteras en comercialización de soluciones
Linux. El motivo: en el código de Linux ha sido embebido código
cuya propiedad intelectual detenta SCO, lo que convertiría al sistema operativo
del pingüino en una simple copia no autorizada, un robo.
El tiempo ha demostrado que tal "algarada" llegaba mucho más
allá, y que las intenciones de SCO son serias: hacer cumplir sus derechos
sobre el código de Unix. Y esto ya ha puesto en alerta a los defensores
del Linux.
El último actor en llegar a escena ha sido Microsoft, que en un hábil
movimiento ha comprado los derechos que SCO detenta sobre su rama de Unix. Esto
hace que la compañía de Redmond pueda tener parte del futuro de
Linux en sus manos, ya que si SCO iniciara una contienda legal para conseguir
que se le pagasen royalties por cada sistema Linux instalado, Microsoft podría
intervenir directamente en todo el proceso. Y no hay ni que decir que en Redmond
puede interesar mucho intervenir en el mundo Linux.
La actitud de Microsoft respeto al sistema operativo creado por Linus Torvals
a principios de los noventa ha sufrido notables y continuas variaciones que van
desde la indiferencia a la catalogación como "máximo rival"
en el sector de los servidores corporativos, aunque diversas fuentes extraoficiales
procedentes de presuntas filtraciones de la propia compañía, han
indicado muchas veces el seguimiento que Microsoft ha dado desde el principio
a Linux, vigilando todos y cada uno de sus pasos.
Aunque la mayoría de la comunidad Linux se muestra tranquila, los que sí
empiezan a ponerse nerviosos son los usuarios corporativos, que ven la posibilidad
de que su "solución gratuita" deje de ser tan gratuita en un
futuro próximo. No obstante, aún nos encontramos lejos de este futuro
hipotético, que pese a todo podría llegar algún día.
Para justificar su postura, SCO afirma tener pruebas que presentará dentro
de pocas semanas, y que podrían ser el resultado del análisis de
los códigos fuente de SCO y de Linux por parte de expertos independientes
contratados por la compañía.
También algunos analistas han manifestado que esta operación podría
ser un intento de SCO para encontrar comprador. La cosa iría de la siguiente
manera: SCO denuncia a IBM; SCO gana el juicio; IBM analiza la situación,
en que se ve obligada a pagar por los derechos de Unix a SCO y entregar el código
fuente de Linux de forma abierta y gratuita a sus clientes; IBM decide comprar
a SCO, hacerse con toda la propiedad intelectual de esta y liquidar así
el asunto. Sin lugar a dudas una buena táctica, aunque por ahora esto es
una simple especulación.
El ambiente de incertidumbre sobre este caso puede afectar a la penetración
de Linux en el sector empresarial, precisamente en un momento dulce para el sistema
del pingüino, en el que cada día está ganando más adeptos.
Y es que a no pocos empresarios no les hará mucha gracia que la legalidad
del nuevo sistema operativo que intentan introducir en sus computadoras se encuentre
en tela de juicio... a parte que SCO ha amenazado con incluir a los usuarios corporativos
en sus planes judiciales...