En definitiva para Hjelmslev la lengua es una red de funciones semióticas. En cada función semiótica se asocian dos functivos que son los dos argumentos que la función relaciona, a saber: la forma del contenido y la forma de la expresión. Estas dos formas sólo existen en virtud de la función semiótica y, siguiendo la imagen de Hjelmslev, toman a "la substancia en su trama".
Dentro de esta perspectiva, la fonología, clásicamente definida como estudio de las unidades distintivas de la expresión fónica (los fonemas) determinadas por sus funciones en la lengua, constituye el estudio de las formas de la expresión, mientras que la fonética que las estudia en sí misma (desde la producción de los sonidos por el aparato de la fonación hasta su percepción por el aparato auditivo) constituye el estudio de la substancia de la expresión.
El postulado del paralelismo (más precisamente del homomorfismo) entre el plano de la expresión y el plano del contenido abre las puertas a una semántica (comúnmente llamada estructural) mediante la simple transferencia de las distinciones (o distancias diferenciales) constatadas en el plano de la expresión a las distinciones en el plano del contenido. En otras palabras, la forma extraída del plano de la expresión (en el que se dispone de procedimientos "objetivos") se remite al plano del contenido (que no es accesible a la observación) y ésta es precisamente la relación que expresa la noción de función semiótica. De esta forma la materialidad del significante sirve de garante a un enfoque del significado que se pretende positivo y objetivo.
Las observaciones que hicimos acerca del signo saussureano,, con respecto a su relación con la dimensión social del lenguaje, subsisten a pesar de la extensión conceptual realizada por el modelo hjelmsleviano. ¿Cuál es la génesis y la evolución de las funciones semióticas? ¿Por qué medios y sobre qué puntos de apoyo las modela esa fuerza social de la que habla Saussure? Estas son preguntas que se debaten en un campo creado a ese efecto (la sociosemiótica) en el que se hacen esfuerzos por detectar correlaciones entre estructuras lingüísticas y estructuras sociales. La existencia misma de tal campo y de tal problemática sólo traduce quizás una cierta incapacidad de la conceptualización original para dar cuenta de las prácticas lingüísticas corrientemente observadas.
Indice de la zona azul. Recorrido aconsejado..