La descomposición del fanerón en elementos que no pueden
descomponerse puede obtenerse por tres vías independientes:
-reflexionando a priori sobre lo que pueden ser los elementos de
los phenómenos,
- de manera puramente empírica mediante la
observación:
"Mi opinión es que hay tres modos de ser. Sostengo
que podemos observarlos directamente en los elementos de todo lo que
está presente en nuestra mente en todo momento de una manera u otra. Son
el ser de la posibilidad cualitativa positiva, el ser del hecho actual
(es decir "en acto"), y el ser de la ley que gobernará los hechos en el
futuro" (Peirce, CP 1-23);
- de manera puramente formal y matemática fundamentándose en la
naturaleza esencialmente relacional del fanerón. En efecto, este último
es una totalidad colectiva constituída por elementos distintos
individualizados. Por ejemplo, una bandera francesa presente en la mente
es una totalidad colectiva que asocia colores (azul, blanco, rojo),
formas (rectángulos) con una determinada configuración (intercalación
del blanco entre el azul y el rojo).
Puede demostrarse de manera
matemática que toda totalidad constituída mediante la agregación de
elementos puede describirse mediante relaciones que totalizan sólo 3, o
2 o 1 elemento. El fanerón se constituye formalmente entonces con
elementos cuya capacidad relacional es, ya sea, relacionarse con los
otros dos (elementos tertians cuya valencia es tres), ya sea, vincularse
con otro (elementos secondans cuya valencia es dos), e incluso, por
elementos que no puedan sino vincularse a ellos mismos (elementos
primans o monádicos). A esta altura, es importante destacar nuevamente
que el análisis del fanerón producido de esta manera no constituye un
análisis en partes en el sentido de análisis de una mezcla, por ejemplo,
en el cual se detectarían elementos substanciales. Se trata de un
análisis análogo a un análisis químico de los cuerpos compuestos de los
que se determinan los cuerpos puros constitutivos y cada uno sabe que
las propiedades de esos cuerpos compuestos surgen respecto de la
totalidad de las propiedades de cada constituyente. Los elementos así
determinados lo son únicamente según su capacidad de relacionarse con
otros (sus valencias) y sus capacidades son sólo de 3 tipos. Se las
encuentra en los fenómenos lingüísticos: son los predicados monádicos,
diádicos o triádicos, es decir los verbos (ejemplos: dormir tiene una
sola valencia o indicador-de-lugar, amar tiene dos, dar tiene tres). Por
otra parte es llamativo constatar que, en ninguna lengua, se encuentran
predicados que tengan más de tres lugares (limitación a 3 de la valencia
verbal). Estos elementos que son formas de relación, no pueden
descomponerse en el siguiente sentido: una triáda no puede describirse
con diádas (porque al poner diádas frente a frente la puesta en común de
una valencia, obtenemos otra vez una diáda) ni a fortiori con mónadas.
Así mismo una diáda no puede construirse con mónadas.
En resumen, los elementos indescomponibles de los fenómenos son:
- primans: cualidades generales no materializables pero que pueden
serlo como los colores, las formas
- secondans: existentes o hechos (los existentes se consideran en
su capacidad para oponerse)
- tertians: leyes, pensamientos
mediadores, hábitos colectivos.
Tenemos entonces tres categorías de elementos en los fenómenos:
esas categorías que Peirce llama faneroscópicas o "cenopitagóricas" o
aún "ideoscópicas" son: la Primeridad (Firtness), la
Secundidad (Secondness), la Terceridad
(Thirdness)
Indice de la zona roja. Recorrido aconsejado.