El ejemplo más célebre es el de la veleta:
su posición, su movimiento dirigen la atención hacia el viento ya que
está construída de manera que la dirección de su eje de simetría
coincide con la dirección del viento (pero no es necesario saber esto
para que la misma signifique viento). Por esto su movimiento indica que
hay viento y su posición nos informa de la dirección y del sentido de
ese viento. Por el contrario, no dice nada sobre su fuerza, sobre su
frecuencia, sobre su nombre (la información es parcial).
Además puede apuntarse que el sinsigno dicente encierra un sinsigno indicial remático mediante el cual dirige la atención y
un sinsigno icónico portador de la información
(el eje de la veleta está en cada momento en la dirección del viento y
por esto es un ícono).
Una fotografía de una persona conocida es
un sinsigno dicente porque ciertos rayos luminosos emanados de esta
persona impresionaron sobre la película la que, a su vez, determinó
físicamente la fotografía. Dirige la atención hacia esa persona y nos
informa sobre su físico, su vestimenta, su porte, etc...
(*) Este calificativo puede omitirse
Indice de la zona roja. Recorrido aconsejado.