¿QUE PUEDE HACERSE CON EL RETICULADO DE LAS CLASES DE SIGNOS?

El reticulado de las clases de signos estructura el conjunto resultante del análisis en elementos separados sacando a la luz, no sólo los niveles de interpretación que las clases de signos constituyen sino inclusive la sintaxis de cada nivel y sobre todo los encajes de los niveles. Además, sus propiedades algebraicas permiten formalizar la noción de sentido global así como la noción de cualidad sui géneris de un signo complejo. El reticulado de las clases de signos desemboca en una metodología del análisis de la significación.

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En efecto, desde el instante que un signo está clasificado (por ejemplo, una proposición contenida en un texto clasificado como símbolo dicente) puede considerarse que todos los signos cuya existencia presupone (su sintaxis) están automáticamente tomados en cuenta. Entonces, es inútil clasificarlos, a priori, con la sola excepción de que formen parte de la significación global de manera autónoma. Así es que un nombre propio (Guermantes, por ejemplo, en Proust) es un legisigno indicial remático implicado en una proposición ya que designa a un individuo singular sujeto de esa proposición pero es también un símbolo remático cuyo objeto es la aristocracia de la que él es su réplica). La aplicación del modelo habrá producido una distinción metodológica que da exacta cuenta del doble funcionamiento de ese nombre propio cuyas características son tales que puede servir a la vez para designar a un individuo singular al mismo tiempo que representa una clase social para un interpretante "standard". La primera de esas contribuciones al sentido se incorporará a la clasificación de la proposición en símbolo dicente; la segunda se tratará separadamente en la clasificación de Guermantes en tanto que símbolo remático.
Por ejemplo, el análisis de un texto producirá un cierto número de niveles, haciendo corresponder a cada uno de los elementos del reticulado su sintaxis particular y aquella que surge de su relación con los elementos restantes. Esto puede mirarse como un hojaldrado por encima de un texto, cada una de las "capas" "hojas" contiene los signos de una misma clase de signos. Sin embargo, puesto que un texto, por ejemplo, hace aparecer de manera recurrente sujetos (seres animados o cosas), estando cada uno de esos sujetos implicados en proposiciones diferentes a títulos diversos, queda claro que todos esos niveles se encuentran interconectados. Son conexiones que aseguran la globalidad del sentido haciendo del texto un hojaldrado cierto pero sus hojas están conectadas de modo tal que ninguna de ellas quede libre de ataduras.
En consecuencia, teniendo en cuenta lo que antecede, si se es capaz de encontrar un signo cuya sintaxis recubra todas las sintaxis de todos los signos detectados, entonces queda claro que se tiene un signo globalizante capaz de dar cuenta del sentido del conjunto analizado. Ocurre que las propiedades algebraicas del reticulado de las clases de signos son tales que esta operación es siempre formalmente posible.
Inversamente, el reticulado da también la posibilidad de encontrar una clase de signos contenida en todas las clases detectadas en el análisis e indica un signo cuyas cualidades corresponderán a las cualidades del sentimiento (qualities of feeling) producidas por el todo, es decir a las impresiones o a las emociones globales.
Vemos que el modelo puede alcanzar una complejidad formal en relación con la complejidad observada en los conjuntos a analizar y permite alcanzar el análisis semiótico más allá de los códigos camineros, de las consignas para el lavado de ropa, etc... Sin embargo, como por construcción integra la complejidad respetándola, podrá dar lugar a una metodología razonablemente compleja.

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