¿QUE ES UN PERSONAJE?

El reconsiderar el acercamiento a los textos dentro de una perspectiva semiótica, llevó a los teóricos a rever la concepción del personaje, demasiado psicologizante, a menudo preconcebida a través de todos los discursos tradicionales sostenidos acerca de él.

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PARA SABER MAS...

1. Los presupuestos.

El texto, como todas las creaciones artísticas, ya no se da como el reflejo de lo real sino como una interpretación de la realidad por parte de su autor. Por otra parte, la crítica moderna adopta el punto de vista contrario a la tradición: el sentido no es preexistente a la interpretación. Finalmente, desde que se destaca una estructura semiótica en el texto, se plantea el problema de situar al personaje, en esta construcción y de tener en cuenta la que le corresponde en el modelo de análisis elegido.

La noción tradicional de "personaje" se cuestiona y redefine a la luz de las diferentes teorías semióticas y también de los trabajos que contribuyeron a la renovación de la psicología (la noción de carácter universal queda abandonada, por ejemplo).
 
 

2. ¿Cuál es entonces esta nueva visión del personaje?

- Ya no se define sólo por lo que "es" sino también por lo que "hace". Es él pero dentro de relaciones que lo hacen evolucionar, a la vez idéntico a sí mismo y cambiante,en una relación diálectica entre su Yo (Moi) y la acción en la que se compromete. Se construye dentro de esta acción. Ya no es un dato primero, preexistente a la lectura.

- Se lo considera dentro de sus relaciones con los otros personajes, lo que supone no sólo una semiótica del personaje sino también una semiótica de esas relaciones.

- Finalmente, es el resultado de una verdadera construcción semiótica y el modelo seguido depende de las teorías.

3. El personaje como signo complejo constituído .

La concepción de la Escuela de París ya se ha expuesto . El punto de vista original y heurístico de M. Zéraffa (1969) presenta un gran interés (para un estudio muy completo del personaje novelesco y de su evolución remitimos a su obra). Podemos conservar los grandes rasgos de sus concepciones:

Distingue tres niveles en la construcción del personaje. Hace provenir al personaje de la persona, siendo ésta "el hombre y su presencia en el mundo tales como el novelista los percibe en principio, y luego los concibe". El personaje es entonces la emergencia en el texto, no del individuo directamente, sino de la persona, es decir del individuo pasado por el filtro de la psicología, de la ideología del autor y de sus prejuicios respecto de la novela .

Estudia también cómo los novelistas fueron inducidos a considerar "el hombre y su presencia en el mundo", a conocer las relaciones del Yo (Moi) con la sociedad y aparentemente pueden destacarse dos grandes tendencias.

En la primera de ellas, la sociedad se impone de tal manera, los marcos sociales están tan bien establecidos ("cada uno en su lugar") que el individuo no tiene libertad y es "actuado" por esta sociedad: no puede dejar su clase o su categoría social, (sino por su cuenta y riesgo) en la que debe integrarse aceptando el orden establecido. Las relaciones sociales son determinantes y el Yo (Moi) es el reflejo de la sociedad (los personajes balzacianos son un ejemplo de esto)

Otra posibilidad (y es el aspecto fundamental de lo que se llamó las "novelas de la modernidad" cuyo punto de partida fueron las novelas de Stendhal): el individuo se automatiza, se considera como poseedor de su propia visión del mundo que afronta. El personaje es un "ego experimental". Tiene estados de conciencia que son el reflejo de su Yo (Moi) que tiende a afirmarse contra el mundo y "se construye" a "se destruye" en esta tentativa (Emma Bovary constituye un buen ejemplo). La semiótica puede tomar en cuenta esas posibilidades, categorizarlas y remarcar las diferencias .
 
 

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