76 DEFINICIONES DEL SIGNO POR PEIRCE

traducción de María Fernanda Benitti

(seguidas de un análisis por Robert Marty)

Agradecimiento a Sara Fernández de Barrena Marchena, Doctora en Filosofía (Universidad de Navarra, España) por su asesoramiento.

Abreviaciones:

        ·       MS: Manuscriptos.

   ·        C.P.: Collected Papers.

   ·       NEM: Nuevos Elementos de la Matemática.

   ·   S.S.: Semiotics and Significs : Cartas a Lady Welby.

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Se ruega que envían toda observación relativa a la traducción a fernandabenitti@hotmail.com y a marty@univ-perp.fr.

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TEXTOS FECHADOS (o textos fechados por M. Robin)

1 - 1865 - MS 802 - Lógica teleológica.

Representación es todo aquello que es o es representado para estar por otro, y por el cual algo que puede estar por la representación puede estar por ese otro.

Cosa es aquello por lo cual está una representación, separada de todo lo que puede servir para establecer una relación con cualquier relación posible.

Forma es ese aspecto en el cual una representación está por una cosa, separada de todo lo que puede servir como base de una representación y, por lo tanto, de su conexión con la cosa.

2 - 1867 – C.P. 1-554 – Sobre una nueva lista de categorías.

[…] toda comparación requiere, aparte de la cosa relacionada, el fundamento (ground)[1] y el correlato, además de (una representación mediadora que) (represente al relato como una representación del mismo correlato) (representado a su vez por esta representación mediadora). Dicha representación mediadora puede denominarse un (interpretante), porque cumple el oficio de un intérprete quien dice que un extranjero dice lo mismo que él dice.

3 - 1868 – C.P. 5-283 – Consecuencias de cuatro incapacidades.

[…] Ahora, un signo tiene, como tal, tres relaciones: primero, es un signo para algún pensamiento que lo interpreta; segundo, es un signo para algún objeto al cual equivale en ese pensamiento y tercero, es un signo, en algún aspecto o cualidad, que lo conecta con su objeto. Preguntémonos cuáles son los tres correlatos a los que se refiere un pensamiento-signo.

4 - 1873 - MS 380 - De la lógica como estudio de los signos.

Un signo es algo que está por otra cosa para una mente. Se requieren tres cosas para que éste exista como tal. En primer lugar, debe tener caracteres que nos permitan distinguirlo de otros objetos. En segundo lugar, el objeto al que significa debe afectarlo de alguna forma o, al menos, algo en él debe variar como consecuencia de una verdadera causalidad que provoque alguna variación en su objeto.

5 - 1873 - C.P. 7-356 - Lógica. Capítulo 5.

Examinemos algunos caracteres de los signos en general. En primer lugar, un signo debe poseer en sí ciertas cualidades que sirvan para distinguirlo. Por ejemplo, una palabra debe tener un sonido peculiar diferente del de otra, pero no interesa de qué sonido se trate, siempre y cuando sea algo distinguible. En segundo lugar, un signo debe tener una verdadera conexión física con la cosa a la que significa, de manera que sea afectado por esa cosa. Así, una veleta, que es un signo de la dirección del viento, debe girar realmente con el viento. La palabra “veleta” es indirecta en esta conexión, pero las palabras no tienen valor como signos de las cosas a las que significan a menos que exista alguna forma u otra que conecte las palabras con dichas cosas y asegure su correspondencia con ellas. Todo aquello que posea estos dos caracteres es apto para convertirse en un signo. Es un índice, por lo menos, pero no es de hecho un signo a menos que sea utilizado como tal; es decir, a menos que sea interpretado por el pensamiento y se dirija a alguna mente. Debido a que el pensamiento es un signo en sí mismo, podemos expresar lo expuesto diciendo que un signo debe interpretarse por otro signo. […]

6 - v. 1873 - MS 389 - Sobre las representaciones.

Una representación es un objeto que está por otro de manera que la experiencia del primero nos proporciona un conocimiento del segundo. Existen tres condiciones esenciales a las cuales toda representación debe ajustarse. En primer lugar, debe poseer, como cualquier otro objeto, cualidades independientes de su significado. Solamente si conocemos dichas cualidades podemos adquirir cualquier información acerca del objeto al que representa. […] En segundo lugar, una representación debe tener una verdadera relación causal con su objeto. […] En tercer lugar, toda representación se dirige a una mente. Sólo en la medida en que lo haga constituye una representación. La idea de la representación, en sí misma, provoca en la mente otra idea y, para que pueda hacerlo, es necesario que en esa mente ya se encuentre establecido un principio de asociación entre las dos ideas.

7 - 1885 - 3-360 - Sobre el álgebra de la lógica.

Un signo está relacionado conjuntamente con la cosa denotada y con la mente. Si esta relación triple no es de una clase degenerada, el signo se relaciona con su objeto sólo como consecuencia de una asociación mental, y depende de un hábito. Dichos signos son siempre abstractos y generales debido a que los hábitos son reglas generales a las cuales el organismo se ha subordinado. En su mayor parte, son convencionales o arbitrarios. Incluyen todas las palabras generales, la parte principal del habla y cualquier forma de transmitir un juicio. A fin de ser breve los denominaré sinsignos (tokens).

8 - 1896 - C.P. 1-480 - La lógica de la matemática.

[…] De hecho, la representación implica una tríada auténtica, ya que involucra un signo, o representamen, de algún tipo, interno o externo, que media entre un objeto y un pensamiento que lo interpreta. […]

9- v. 1897 - C.P. 2-228 - División de los signos.

Un signo, o representamen, es algo que está para alguien, por algo, en algún aspecto o capacidad. Se dirige a alguien, o sea, crea en la mente de esa persona un signo equivalente, o tal vez un signo más desarrollado. A este signo, que aquel crea, lo denomino el interpretante del primer signo. El signo está por algo, su objeto. Pero éste está por tal objeto no en todos los aspectos, sino respecto a un tipo de idea que algunas veces he llamado el fundamento (ground) del representamen.

10 - v. 1899 - C.P. 1-564 - Comentarios sobre “Una nueva lista de categorías”.

[…] Una clase muy amplia e importante de caracteres triádicos [está constituida por] las representaciones. Una representación es aquel carácter de una cosa en virtud del cual, con el fin de producir un efecto mental determinado, puede estar en lugar de otra cosa. A la cosa que posee este carácter la denomino representamen, al efecto mental, o pensamiento, su interpretante y a la cosa por la que está, su objeto.

11 - 1901 - C.P. 5-569 - Verdad y falsedad y error.

Un signo sólo es un signo in actu en virtud de que sea interpretado, es decir, en virtud de que se determine otro signo del mismo objeto. Esto es tan cierto de los juicios mentales como lo es de los signos externos. […]

12 - 1902 - C.P. 2.303 - Diccionario Baldwin - “Signo”.

Todo aquello que determina que otra cosa (su interpretante) se refiera a un objeto al cual él mismo se refiere del mismo modo (su objeto), transformándose a su vez el interpretante en signo y así ad infinitum.

Sin lugar a dudas la conciencia inteligente debe participar en esta progresión. Si la progresión de interpretantes sucesivos llega a un fin, se considera por lo tanto que el signo es al menos imperfecto. Si una idea interpretante, al haber sido determinada en la conciencia de un individuo, no genera ningún signo externo, sino que esa conciencia se destruye, o de otro modo pierde todo recuerdo u otro efecto significativo del signo, se torna absolutamente imposible saber si dicha idea existió alguna vez en dicha conciencia. En ese caso, resulta difícil observar si el hecho de decir que la idea estuvo alguna vez presente en esa conciencia tendría algún sentido, ya que el decirlo sería un interpretante de esa idea.

13 - 1902 - 2.92 - Sinopsis parcial de un trabajo propuesto en la lógica.

[…] La mediación auténtica es el carácter de un Signo. Un signo es todo aquello que está relacionado con una Segunda  cosa (su Objeto) con respecto a una Cualidad, de tal forma que relaciona a una Tercera cosa (su Interpretante) con el mismo Objeto y, del mismo modo relaciona a una Cuarta con ese Objeto, ad infinitum. Si la progresión se interrumpe, el Signo, en tanto, no alcanza el carácter significativo perfecto. No es necesario que el Interpretante exista efectivamente. Bastará con su existencia en algún momento futuro.

14 - 1902 - NEM IV pp. 20 - 2. Partes de la solicitud enviada a Carnegie.

Sobre la definición de la Lógica.

Se definirá aquí a la lógica como semiótica formal. Se brindará una definición del signo que se refiere al pensamiento humano del mismo modo que lo hace la definición de una línea como el lugar que ocupa una partícula, parte por parte, durante un lapso. Es decir, un signo es algo (A) que compromete a algo (B), su signo interpretante determinado o creado por él, en el mismo tipo de correspondencia con algo (C), su objeto, que aquella que él mismo mantiene con C. Es esta definición, junto con una definición de la palabra “formal”, de donde deduzco matemáticamente los principios de la lógica.

15 - v. 1902 - C.P. 2-274 - Extracto.

Un signo, o Representamen, es un Primero que está en una relación triádica tan auténtica con un Segundo (llamado su Objeto) que tiene la capacidad de determinar que un Tercero (llamado su Interpretante) asuma la misma relación triádica con el objeto de aquel que la que él mismo posee con ese objeto. La relación triádica es auténtica, es decir, los tres miembros que componen el signo están unidos por ella de un modo que no consiste en ningún complexus de relaciones diádicas. Esa es la razón por la cual el Interpretante, o Tercero, no puede hallarse en una mera relación diádica con el Objeto, sino que debe hallarse en la misma relación con él que en la que se encuentra el Representamen. La relación triádica en la que se halla el Tercero tampoco puede ser simplemente similar a aquella en la que está el Primero, ya que esto haría que la relación del Tercero hacia el Primero sea solamente una Secundidad (Secondness) degenerada. De hecho, el Tercero debe estar en ese tipo de relación triádica y, por lo tanto, ser capaz de determinar su propio Tercero. Pero aparte de eso, debe tener una segunda relación triádica en la cual el Representamen, o mejor dicho la relación con su objeto, será su propio Objeto (el del Tercero), y debe ser capaz de determinarle un Tercero a esta relación. Todo esto debe ser igualmente cierto del Tercero del Tercero y así infinitamente. Esto, y más, se encuentra implicado en la conocida noción de Signo. El término Representamen se utiliza aquí como sinónimo de Signo, sin ninguna otra implicancia. Un Signo es un Representamen con un interpretante mental.

Posiblemente existan Representámenes que no sean Signos. Por lo tanto, si un girasol, al girar hacia el sol, puede por ese mismo acto, y sin ninguna otra condición, representar a un girasol que gira en la forma precisa hacia el sol, y hacerlo con el mismo poder reproductivo, se convertirá en un Representamen del sol. Pero el pensamiento es el principal, si no el único, medio de representación. 

16 - v. 1902 - MS 599 - Las reglas de la razón.

Un Signo no funciona como signo a menos que sea comprendido como tal. Es imposible, en el estado actual del conocimiento, decir de una sola vez en forma precisa y con una aproximación satisfactoria a la certeza, qué es comprender un signo. [...], no parece que la conciencia pueda considerarse esencial para la comprensión de un signo. Pero lo que sí es indispensable es que origine, efectiva o virtualmente, una determinación de un signo del mismo objeto del cual ella es en sí misma un signo. Este signo que interpreta, como todo signo, sólo funciona como signo en la medida en que sea interpretado nuevamente, es decir que, efectiva o virtualmente, determine un signo del mismo objeto del cual él es en sí mismo un signo. Por lo tanto, cuando un signo es comprendido se produce una progresión de signos prácticamente infinita; y no se puede decir que un signo que nunca fue comprendido sea realmente un signo.

17- 1903 - C.P. 1=53B - Conferencias Lowell: Conferencia III, vol. 21, 3er Borrador.

Todo signo está por un objeto independiente de sí mismo; pero sólo puede ser un signo de ese objeto en la medida en que ese objeto sea de la naturaleza de un signo o pensamiento. Esto se debe  a que el signo no afecta al objeto sino que es afectado por él, por lo cual el objeto debe ser capaz de transmitir un pensamiento, es decir, debe ser de la naturaleza de un pensamiento o signo.[...]

18 - 1903 - C.P. 1-346 - Conferencias Lowell: vol. I, 3er Borrador.

[…] Ahora, un signo es algo (A) que denota algún hecho u objeto (B) para algún pensamiento interpretante (C).

19 - 1903 - C.P. -1-540 - Conferencias Lowell: Conferencia III, vol. 21. 3er Borrador.

[...] En primer lugar, en lo que respecta a mi terminología, restrinjo la palabra representación al funcionamiento de un  signo o a la relación de este último con el objeto para el intérprete de la representación. Denomino signo o representamen al sujeto concreto que representa. Utilizo estas dos palabras, signo y representamen, en forma diferente. Cuando me refiero a un signo quiero decir todo lo que transmite cualquier noción definitiva de un objeto de cualquier modo, tal y como dichos portadores de pensamiento nos resultan conocidos. Ahora, parto de esta conocida noción y hago el mejor análisis que puedo acerca de qué es lo esencial para un signo, y defino al representamen como todo aquello a lo que se aplica dicho análisis. [...]

20 - 1903 - C.P. 1-541 - Conferencias Lowell: Conferencia III, vol. 21, 3er Borrador.

Mi definición de representamen es la siguiente:

Un REPRESENTAMEN es un sujeto de una relación triádica CON un segundo, llamado su OBJETO, PARA un tercero, llamado su INTERPRETANTE. Dicha relación triádica es tal que el REPRESENTAMEN determina que su interpretante esté en la misma relación triádica con el mismo objeto para algún interpretante.

21 - 1903 - C.P. 5-138 - Conferencias Lowell: Conferencia V.

El modo de ser de un representamen es tal que tiene la capacidad de repetición. [...] Este poder de repetir propio del representamen implica como consecuencia que es esencial para un representamen contribuir a la determinación de otro representamen distinto de sí mismo. [...] A un representamen que está determinado por otro representamen lo denomino un interpretante de éste último. Todo representamen está relacionado o tiene la capacidad de ser relacionado con una cosa reactiva, su objeto. Además, todo representamen da forma, en algún sentido, a alguna cualidad, que puede denominarse su significación, lo que J. S. Mill  llama su connotación en el caso de un nombre común, expresión particularmente objetable.

22 - 1903 - C.P. 2_242 - Nomenclatura y Divisiones de las Relaciones Triádicas, en la medida en que están determinadas.

Un Representamen es el Primer Correlato de una relación triádica, en la cual el Segundo Correlato es denominado su Objeto y el posible Tercer Correlato, su Interpretante. Por esta relación triádica el posible Interpretante está determinado para ser el Primer Correlato de la misma relación triádica con el mismo Objeto, y para algún posible Interpretante. Un signo es un representamen del cual el acto de conocer de una mente es algún interpretante. Los signos son los únicos representámenes que han sido muy estudiados.

23 - v. 1903 - Matemática Dicotómica.

[...] Un signo, como lo conocemos, es algo que representa a lo realmente Verdadero en alguno de sus aspectos, para alguien; es decir, determina algún conocimiento de aquello que es Verdadero. Este conocimiento en sí mismo es de la naturaleza de un signo. En sus formas más perfectas, involucra a la conciencia, o a una representación en el signo consciente de sí mismo para sí mismo, en cierto modo como un mapa que abarca un país puede representarse a sí mismo. Pero el conocimiento no es nada, prácticamente nada más que una falsificación a menos que bajo ciertas circunstancias determine una conducta. Debe tener efectos reales. De hecho, a fin de ser comunicado, todo signo externo debe, no meramente como una cosa sino como un signo, producir efectos físicos. [...]

24 - v. 1903 - MS 9. Los Fundamentos de la Matemática.

[...] Un signo existe para corresponderse con una cosa real, o un hecho, o algo relativamente real. Este objeto del signo puede ser el signo mismo, como cuando se superpone a un mapa precisamente con aquello que está trazado en él. [...] Un signo también existe para determinar, en una mente o en otro lugar, un signo del mismo objeto. Este interpretante del signo puede ser el signo mismo, pero como regla general será diferente. [...]

25 - v. 1903 - MS 11. Los Fundamentos de la Matemática.

Se supone que un signo tiene un objeto o significado, y también que determina un signo interpretante de dicho objeto. Es conveniente hablar como si el signo se originara en un emisor y determinara su interpretante en la mente de un intérprete.

26 - 1903 - MS 462. Conferencias Lowell, 2do Borrador de la 3ra Conferencia.

[...] A la inversa, todo pensamiento propiamente dicho implica la idea de una relación triádica, ya que todo pensamiento propiamente dicho implica la idea de un signo. Ahora, un signo es algo que está relacionado con el objeto y determina en el intérprete un signo que interpreta dicho objeto. Implica la relación entre signo, signo que interpreta y objeto. Existe una distinción triple entre los signos, la cual no es en absoluto psicológica en su naturaleza, sino que es puramente lógica, y es de suma importancia en la lógica.

27 - v. 1903 - MS 491. Breves Tratados Lógicos (comentario).

Denomino representamen a aquello que representa. Una Representación es esa relación del representamen con su objeto, la cual consiste en determinar que un tercero (el representamen interpretante) esté en la misma relación con ese objeto.

 28 - 1904 - C.P. 8-832 - Carta a Lady Welby con fecha 12 de octubre de 1904.

[...] En su forma auténtica, la terceridad (thirdness) es la relación triádica que existe entre un signo, su objeto y el pensamiento que interpreta, el cual es en sí mismo un signo, relación que se considera constituye el modo de ser de un signo. Un signo media entre el signo interpretante y su objeto. Si tomamos al signo en su sentido más amplio, su interpretante no es necesariamente un signo. [...]

Un signo, por lo tanto, es un objeto que está relacionado con su objeto por un lado y con un interpretante por el otro, de tal forma que establece una relación entre el interpretante y el objeto que corresponde a la relación que él tiene con el objeto. Podría decir que es similar a la suya propia, ya que una correspondencia consiste en una similitud, pero quizás el término correspondencia sea más exacto.

29 - 1905 - MS 939 - Comentarios sobre Partes del “Tratado de la Naturaleza Humana” de Hume. 

[...] Es difícil definir a un signo en general. Es algo que está en una relación tal con un objeto que determina, o puede determinar, otro signo del mismo objeto. Esto es cierto, pero considerarlo como una definición implicaría un círculo vicioso, ya que no dice qué significa que el interpretante sea un “signo” del mismo objeto. Sin embargo, esto está muy claro: significa que el signo tiene esencialmente dos correlatos, su objeto y su posible signo Interpretante. De estos tres elementos (Signo, Objeto e Interpretante), el signo como la cosa misma bajo consideración es Monádico, el objeto es Diádico, y el Interpretante, Triádico. En consecuencia, nos abocamos a observar si es que no hay dos Objetos, el objeto tal cual es en sí mismo (el Objeto Monádico) y el objeto tal como lo representa el signo (el Objeto Diádico). Además, existen tres Interpretantes, a saber: 1º, el Interpretante considerado como un signo independiente del Objeto; 2º, el Interpretante tal cual es como un hecho determinado por el Signo; y 3º, el Interpretante tal cual es pretendido por, o representado en, el Signo. [...]

30 - 1905 - SS. pp. 192-193 - Carta a Lady Welby (Borrador) presumiblemente de julio de 1905.

Así pues, todo (por lo general en un sentido matemático) es un primero (priman) (generalmente no un elemento primero (priman)) y podríamos definir al signo de la siguiente manera:

Un “signo” es todo aquello (A) que:

(1) además de otros caracteres propios

(2) está en una relación diádica (p) con un correlato puramente activo (B)

(3) y está también en una relación triádica con B para un correlato puramente pasivo (C). Esta relación triádica es tal que determina que C esté en una relación diádica (μ) con B, en tanto que la relación μ corresponde a la relación ρ de forma reconocida.

En dicha afirmación se utilizan las palabras activo y pasivo en el sentido de que en una relación dada, al considerar los diferentes caracteres de todos o algunos de los correlatos con la única exclusión de aquellos que involucran a todos los correlatos y están inmediatamente implícitos en la afirmación de la relación, ninguno de los que involucran sólo a correlatos no pasivos variará por necesidad inmediatamente esencial con alguna variación de aquellos que involucran sólo a correlatos pasivos. En tanto, ninguna variación de los caracteres que involucran sólo a elementos no activos implicará por necesidad inmediatamente esencial una variación de cualquier carácter que involucre sólo a elementos activos. Y puede añadirse que por activo-pasivo se entiende activo y pasivo si la colección completa de correlatos, con la exclusión de los correlatos bajo consideración, se divide en dos partes y alternativamente una y la otra se dejan fuera de consideración. Mientras que puramente activo o pasivo significa activo o pasivo sin ser activo-pasivo.

31 - 1905 - SS. p. 193 - Carta a Lady Welby (Borrador) presumiblemente de julio de 1905. 

Esta definición evita las sutilezas con el fin de hacer hincapié en los principales factores de un signo. No obstante, puede ser conveniente realizar algunas explicaciones. Utilizo el término “signo” en el sentido más amplio de la definición. Es un caso maravilloso de un uso prácticamente popular de una palabra muy amplia casi en el sentido exacto de la definición científica. [...]

En un primer momento, preferí la palabra representamen. Pero no había necesidad de utilizar esta larga y horrenda palabra. [...]

Mi idea al preferir “representamen” era que parecía más natural aplicarla a los representantes en las legislaturas, a los suplentes de varias clases, etc... Aún admito que el hecho de comparar el término cuidadosamente con dichos casos ayuda a comprender la definición. Pero indudablemente se apartan de esta última por cuanto requieren que la acción del signo como tal no afecte al objeto representado. Por el contrario, se espera que un representante legislativo mejore desde su función la condición de quien lo votó, y que cualquier tipo de abogado, incluso si no tuviera arbitrio, afecte la condición de su mandante. La verdad es que me equivoqué al no redactar una definición formal por completo. Este tipo de cosas es inevitable en las primeras etapas de un gran estudio lógico, ya que si se trata de procurar una definición formal demasiado pronto, ésta sólo obstaculizará el pensamiento. [...]

Pensé en un representamen como algo que toma el lugar de la cosa; pero un signo no es un sustituto. Ernst Mach también ha caído en esta trampa.   

32 - v. 1905 - MS 283 pp.125, 129, 131. La base del Pragmaticismo.

[...] Un signo es simplemente una especie de medio de comunicación y un medio de comunicación es una especie de medio y un medio es una especie de tercero. [...]

Un medio de comunicación es algo (A) sobre lo cual actúa otra cosa (N) y que a su vez actúa sobre algo (yo) de una forma que involucra su determinación por parte de N, de modo que N por lo tanto actúa sobre mí a través de A y sólo a través de A. [...] Un Signo por otra parte se adapta perfectamente a la definición de medio de comunicación sólo en la medida en que cumpla la función de signo y ninguna otra. Está determinado por el objeto pero en ningún otro aspecto que le posibilite actuar sobre la casi-mente (quasi-mind) que interpreta; y cuanto más perfecta es la forma en que cumple su función como signo, menos efecto tiene sobre la casi-mente salvo el de determinarla como si el objeto mismo hubiera actuado sobre ella. [...]

Parece mejor considerar al signo como una determinación de la casi-mente, ya que si lo consideramos como un objeto externo que se dirige a una mente humana, esa mente debe percibirlo primero como un objeto en sí mismo, y sólo luego considerarlo en su significación. Lo mismo debe ocurrir si el signo se dirige a cualquier casi-mente. Debe comenzar por formar una determinación de esa casi-mente y al considerar a esa determinación en cuanto signo, nada se perderá.

33 - 1906 - Carta a Lady Welby (Borrador) con fecha “9 de marzo de 1906”.

Utilizo la palabra “Signo” en el sentido más amplio para referirme a cualquier medio que tenga como fin la comunicación o extensión de una Forma (o figura). Al ser un medio, está determinado por algo, denominado su Objeto, y determina algo, denominado su Interpretante o Interpretand. Pero se deben tener en cuenta algunas distinciones para comprender correctamente qué se entiende por Objeto y qué por Interpretante. A fin de que la Forma pueda ser extendida o comunicada, es necesario que, independientemente de la comunicación, haya estado realmente incluida en un Sujeto, y es necesario que haya otro sujeto en el cual esa misma forma esté incluida sólo como consecuencia de la comunicación. La Forma (y la Forma es el Objeto del Signo), al determinar realmente al primer Sujeto, es totalmente independiente del Signo. Pero podemos, y de hecho debemos, decir que el objeto de un signo no puede ser otra cosa que lo que ese signo hace que sea al representarlo. Por lo tanto, para reconciliar estas Verdades aparentemente conflictivas, resulta indispensable distinguir al objeto inmediato del objeto dinámico.

La misma forma de distinción se extiende al interpretante. Pero cuando se la aplica al interpretante, se complica por el hecho de que el signo no sólo determina que el interpretante represente al objeto (o tome su forma), sino que también determina que el interpretante represente al signo. De hecho, en lo que podemos considerar, desde un punto de vista, la principal clase de signos, existe una parte claramente destinada a representar al objeto y otra a representar cómo este mismo signo representa en sí mismo a ese objeto. La clase de signo a la que me refiero es el dicisigno. En la oración  “John está enamorado de Helen”, el objeto significado es el par, John y Helen. Pero “está enamorado de” significa la forma en que este signo se representa a sí mismo para representar la Forma de John y Helen. Que esto es así está demostrado por la equivalencia precisa entre cualquier verbo del indicativo y el mismo verbo convertido en objeto de “Te digo”. “Jesús lloró”= “Te digo que Jesús lloró”.

 

34 - 1906 - C.P. 4-531 - Apología del Pragmaticismo.

En principio, un análisis de la esencia del signo (se extiende esta palabra hasta sus límites más distantes para referirse a todo aquello que, al estar determinado por un objeto, a su vez determina una interpretación en el sentido del objeto) conduce a la prueba de que todo signo está determinado por su objeto. Esto puede acontecer de tres maneras: en primer lugar, al formar parte de los caracteres del objeto, que es cuando denomino al signo un Ícono; en segundo lugar, al estar realmente y en su existencia individual conectado con el objeto individual, que es cuando denomino al signo un Índice; y en tercer lugar, por una certeza más o menos aproximada de que será interpretado como que denota al objeto, como consecuencia de un hábito (término que utilizo considerando que incluye una disposición natural), que es cuando denomino al signo un Símbolo.

 

35 - v.1906 - C.P. 5-473 - Pragmatismo.

 [...] Aquello que origina un signo como tal se denomina el objeto (de acuerdo con el uso del lenguaje, el objeto “real”, pero más precisamente el objeto existente) representado por el signo: el signo está determinado a alguna especie de correspondencia con ese objeto. [...]

Para el resultado significado (significate) propio de un signo propongo el nombre de interpretante. [...]

Que el interpretante sea necesariamente un resultado triádico es una cuestión de palabras, es decir, de cómo limitamos la extensión del término “signo”. Pero me parece conveniente considerar esencial para un “signo” a la producción triádica del interpretante y denominar al concepto más amplio como a un jacquard, por ejemplo, un “casi-signo”. [...]

 

36 - v. 1906 - MS 292 - Prolegómenos de una Apología del Pragmaticismo.

Un signo puede definirse como algo (no necesariamente existente) que está determinado por un segundo algo, denominado su Objeto, de tal modo que tenderá a su vez a determinar un tercer algo, denominado su Interpretante, de un modo tal que, con respecto al logro de algún fin que consista en un efecto sobre el interpretante, la acción del signo sea (más o menos) equivalente a aquella que podría haber sido la del objeto si las circunstancias hubieran sido diferentes.

 

37 - 1907 - MS 321. Pragmatismo pp. 15-16.

[...] Ahora, todo signo, de cualquier clase, media entre un Objeto, moldeado por algún tipo de conformidad con éste último, y por el cual está determinado en consecuencia, y un efecto que el signo tiene el propósito de causar y que éste representa como resultado de la influencia del objeto sobre él. Es de gran importancia en estudios como éstos que los dos correlatos del signo sean claramente distinguidos: el Objeto, por el cual está determinado el signo, y el Significado, o como lo denomino generalmente, el Interpretante, el cual está determinado por el signo, y a través de él por el objeto. El significado puede ser en sí mismo un signo o un concepto, por ejemplo, como también puede serlo el objeto. Pero todo aquel que ve más allá de sus narices bien sabe que los pensamientos causan tremendos efectos físicos que no son, como tal, signos. Los sentimientos también pueden ser provocados por los signos sin que debido a eso y en ese respecto sean signos en sí mismos. Observamos que el mismo objeto puede ser varios signos completamente diferentes; o de algún modo es otro signo. […] Hay significados que son sentimientos, significados que son cosas existentes o hechos y significados que son conceptos. […]

 

38 - 1907 - MS 612. Capítulo I - Puntos en común (Lógica).

[...] Por Signo quiero decir todo aquello que, por un lado, está determinado de algún modo por un objeto y, por el otro, determina alguna conciencia, de tal forma que esa conciencia está determinada por lo tanto por ese objeto. [...]

 

39 - 1907 - MS 277. El libro Prescott.

Sobre la distinción entre los Objetos, o mejor dicho, los “Originales” y el Interpretante de un Signo.

Por “Signo” se entiende todo Ens que está determinado por un solo  objeto o grupo de Objetos denominados sus Originales, todos diferentes del Signo, y que a su vez es capaz de determinar en una Mente algo denominado su Interpretante, de modo tal que la Mente está así determinada mediatamente para algún tipo de conformidad con el Original o Grupo de Originales. Aquí se intenta definir en particular (con muchas imperfecciones hasta ahora) un Signo completo. Pero un Signo completo tiene o puede tener Partes que integran la naturaleza de su todo aunque a menudo de modo trunco.

En relación con su Interpretante, el Signo está en uno u otro de tres grados de integridad, que pueden denominarse el Apenas Evidente, el Evidente y el Más Evidente. El Apenas Evidente, del cual un Nombre es un ejemplo, no distingue expresamente su original de su interpretante, ni su referencia a ambos del signo mismo. El Signo Evidente, del cual una afirmación es un ejemplo,… [frase inachevée][2]

Por lo tanto, el Signo cumple una doble función:

1°- afectar a una mente que entiende su “Gramática” o método de significación, cuya significación es su sustancia significada (significate) o Interpretante.

2°- indicar cómo identificar las condiciones bajo las cuales…significada (significate) tiene el modo de ser que representa tener [texto incompleto]

40 - v. 1907 - MS 318. Pragmatismo.

a- [...] Ahora, todo signo, de cualquier clase, manifiesta mediar entre un objeto, por un lado, al cual se aplica y el cual objeto es, por lo tanto, en algún sentido la causa del signo, y, por otro, un Significado, o para utilizar un término técnico preferente, un Interpretante, al cual el signo expresa y es el resultado que produce en su capacidad como signo. [...]

b- Ahora, todo signo, de cualquier clase, media entre un objeto, moldeado por algún tipo de conformidad con este último, y el cual, por lo tanto, lo determina, y un efecto que tiene el propósito de producir y el cual él representa como el resultado del objeto. Estos dos correlatos del signo deben ser cuidadosamente distinguidos. Se denomina al primero el objeto del signo; el segundo es el “significado” o, como lo llamo generalmente, el “interpretante” del signo. [...]

c- Ahora, la naturaleza esencial del signo es que media entre su objeto, que se supone debe determinarlo y ser, en algún sentido, su causa, y su significado, o, como prefiero decir para evitar ciertas ambigüedades, su Interpretante, el cual está determinado por el signo y es, en cierto sentido, su efecto; y hacia el cual el signo fluye en su representación como una influencia desde el objeto. [...]

d- [...]...al cual está, concebido para ser moldeado, y por el cual está determinado, y por otro lado, un efecto que el signo tiene el propósito de causar y que representa como resultado de la influencia del objeto sobre él. No necesito decir que esta influencia es generalmente indirecta y no es de la naturaleza de una fuerza. [...]

e- [...] un signo es todo aquello cuyo propósito es mediar entre un emisor y un intérprete del mismo, al ser ambos depositarios del pensamiento, o casi-mentes (quasi-minds), mediante el hecho de que el primero transmita un significado al segundo. Podemos decir que el signo está moldeado al significado en la casi-mente que lo emite, donde ya era, al menos virtualmente (es decir, aunque no haya sido de hecho así, el moldeado del signo tuvo lugar como si hubiera ocurrido allí) un componente del pensamiento.

Pero al ser el pensamiento un signo en sí mismo, el significado debe haber sido transmitido a esa casi-mente desde algún emisor anterior del pensamiento, del cual el emisor del signo moldeado había sido el intérprete. Al ser transmitido a su intérprete, el significado del signo moldeado se convirtió en el significado de un pensamiento en esa casi-mente; y como éstos, al ser transmitidos en un pensamiento-signo, requerían un intérprete, el intérprete del signo moldeado se transformó en el emisor de este nuevo “pensamiento-signo”.

f - Ahora estoy preparado para arriesgar un intento de definir a un signo, ya que en la investigación científica, como en otros emprendimientos, rige la máxima: el que no arriesga, no gana. Diré que un signo es todo aquello, del modo de ser que sea, que media entre un objeto y un interpretante, ya que está determinado por el objeto con respecto al interpretante y a la vez determina al interpretante en referencia al objeto, de modo tal que provoca que el interpretante esté determinado por el objeto  a través de la mediación de este “signo”.

Por lo tanto, el objeto y el interpretante son simplemente los dos correlatos del signo; el primero es antecedente y el segundo, consecuente. Es más, al estar el signo definido en términos de estos correlatos correlativos, se puede esperar con confianza que objeto e interpretante se correspondan el uno al otro en forma precisa. En realidad, notamos de hecho que el objeto inmediato y el interpretante emocional se corresponden al ser ambos percepciones, o son “subjetivos”; además, ambos pertenecen a  todos los signos sin excepción. El objeto real y el interpretante energético también se corresponden, ya que ambos son cosas o hechos reales. Pero para nuestra sorpresa, notamos que el interpretante lógico no se corresponde con ninguna clase de objeto. Este defecto de correspondencia entre objeto e interpretante debe radicarse en la diferencia esencial que existe entre la naturaleza de un objeto y la de un interpretante, diferencia que consiste en que el primero antecede y el segundo sucede. Por lo tanto, el interpretante lógico debe estar en un tiempo relativamente futuro.

 

46 - NEM III/2 p. 886 - Carta a P.E.B. Jourdain con fecha “5 de diciembre de 1908”.

[...] Mi idea de signo ha sido tan generalizada que he perdido completamente las esperanzas de lograr que alguien la comprenda, así que a fin de que se me entienda, ahora la limito. Con este objetivo, defino a un signo como todo lo que, por un lado, está determinado (o especializado) por un objeto y por otro lado, determina la mente de un intérprete del mismo; y hace ambas cosas de modo tal que este último está, por lo tanto, mediata o inmediatamente determinado por aquel objeto real que determina al signo. Inclusive esta definición bien puede considerarse excesivamente generalizada. A la determinación de la mente del Intérprete la llamo el Interpretante del signo.

 

47 - 1908 - S.S. p. 80 - Carta a Lady Welby con fecha “23 de diciembre de 1908”.

Claramente es necesario comenzar con un análisis preciso y amplio de la naturaleza del Signo. Defino a un signo como algo que está determinado de tal modo por otra cosa (denominada su Objeto) y determina de tal modo un efecto (al cual denomino Interpretante) sobre una persona que este último está, por lo tanto, mediatamente determinado por el primero. Añadí la expresión “sobre una persona” como un soborno para Cerbero[3] porque perdí la esperanza de hacer comprensible mi concepción, que es más amplia. [...]

48 - 1909 - C.P. 8-177 - Carta a William James con fecha “26 de febrero de 1909”.

Un signo es un Cognoscible que, por un lado, está determinado (es decir, Especializado, “bestimmt”) de tal modo por algo distinto de sí mismo, denominado su objeto (o, en algunos casos, como si el signo fuera la oración “Caín mató a Abel”, en la cual Caín y Abel son Objetos Parciales por igual, puede ser conveniente decir que aquello que determina al Signo es un Complexus, o Totalidad, de Objetos Parciales. Y en todos los casos el objeto es exactamente el Universo del cual el objeto especial es miembro, o parte), mientras que, por el otro lado, determina de tal modo alguna Mente actual o potencial, cuya determinación denomino el Interpretante creado por el signo, que esa mente que interpreta está determinada en ese respecto mediatamente por el Objeto.  

49 - 1909 - NEM III/2 p. 840-1 - Carta a William James con fecha “26 de febrero de 1909”.

Un signo es un Cognoscible que, por un lado, está determinado (es decir, Especializado, “bestimmt”) de tal modo por algo distinto de sí mismo, denominado su objeto (o, en algunos casos, como si el signo fuera la oración “Caín mató a Abel”, en la cual Caín y Abel son Objetos Parciales por igual, puede ser conveniente decir que aquello que determina al Signo es un Complexus, o Totalidad, de Objetos Parciales. Y en todos los casos el objeto es exactamente el Universo del cual el objeto especial es miembro, o parte), mientras que, por el otro lado, determina de tal modo alguna Mente actual o potencial, cuya determinación denomino el Interpretante creado por el signo, que esa mente que interpreta está determinada en ese respecto mediatamente por el Objeto.  

50 - 1909 - MS 278: [Fragmentos no identificados].

28 de octubre de 1909.

Otro intento de analizar un Signo.

Un Signo es todo aquello que representa a otra cosa (en la medida en que sea completo) y si se representa a sí mismo es como si fuera una parte de otro signo que representa algo distinto de sí mismo y que se representa a sí mismo en otras circunstancias, en otras conexiones. Un hombre puede hablar y ser él mismo un signo de lo que cuenta, puede decir cómo era él en otro momento. No puede decir exactamente qué estaba haciendo en ese preciso momento. Sí, puede confesar que está mintiendo, pero entonces debe ser un signo falso. Un signo, por lo tanto, parecería profesar el hecho de representar a otra cosa. Un signo debe definirse como algo que representa verdaderamente a algo o como algo que profesa representar a algo.

51 - 1909 - NEM III/2 p. 867 - Carta a William James con fecha “25 de diciembre de 1909”.

[...] Comienzo por definir lo que quiero decir por signo. Es algo determinado por otra cosa, su objeto, y que en sí mismo, influye a una persona de tal modo que esa persona está por lo tanto influida o determinada mediatamente en algún aspecto por ese Objeto. [...]

52 - v. 1909 - C.P. 6-347 - Algunas Confusiones Asombrosas, Cuarta Curiosidad.

[...] Basta con decir que un signo trata de representar, al menos en parte, a un Objeto, el cual es en algún sentido la causa, o determinante, del signo, aún cuando el signo represente a su objeto con falsedad. Pero decir que representa a su objeto implica que afecta a una mente, y lo hace de un modo tal que, en algún aspecto, determina en esa mente algo que está mediatamente debido al Objeto.

Esa determinación, de la cual el signo es la causa inmediata, o determinante, y el Objeto es la causa mediata, puede denominarse el Interpretante. [...] 

53 - v. 1909 - C.P. 6-344 - Algunas Confusiones Asombrosas, Cuarta Curiosidad.

Los signos, la única cosa con la que un ser humano puede, sin menoscabo, acceder a tener una transacción, al ser él mismo un signo, son triádicos. Esto se debe a que un signo denota un sujeto y significa una forma de hecho, a la cual conecta con el primero. [...]

54 - 1910 - MS 654: Ensayos (Ensayos 1er Prefacio)

Por signo quiero decir todo aquello, real o ficticio, que es capaz de tener una forma perceptible, es aplicable a algo diferente a sí mismo, que ya es conocido, y que es capaz de ser interpretado de tal modo en otro signo, al cual denomino su interpretante, que comunica algo sobre su objeto que puede no haber sido conocido previamente. Por lo tanto, existe una relación triádica entre un signo, un Objeto y un Interpretante.

55 - 1910 - C.P. 2-230 - Significado.

La palabra signo se utilizará para denotar un Objeto perceptible o sólo imaginable o incluso inimaginable en algún sentido, ya que la palabra “ligero”, que es un signo, no es imaginable, porque no es esta palabra en sí misma la que puede ponerse por escrito en papel o pronunciarse, sino que es sólo una instancia de ella. Además, esto se debe a que aunque sea exactamente la misma palabra cuando se escribe y cuando se pronuncia, es una palabra cuando significa “rápido”, otra completamente distinta cuando significa “liviano” y una tercera cuando se refiere a la poca intensidad.

Pero para que algo sea un Signo, debe “representar” (como decimos) a otra cosa, denominada su Objeto, aunque la condición de que un signo debe ser diferente a su Objeto es quizás arbitraria, ya que si insistimos en ella al menos debemos hacer una excepción en el caso de un signo que es parte de un signo. [...] Un signo puede tener más de un Objeto.

Por lo tanto, la oración “Caín mató a Abel”, que es un signo, se refiere al menos tanto a Caín como a Abel, aún cuando no sea considerada como debería serlo, que tiene además “un matar” como tercer objeto. Pero puede considerarse que el grupo de objetos constituye un Objeto complejo. En lo que sigue, y a menudo en otras partes, se presupondrá que los signos tienen un solo objeto cada uno con el fin de dividir las dificultades del estudio. Si el Signo es diferente a su objeto, debe existir, en  el pensamiento o en la expresión, alguna explicación, argumento u otro contexto que demuestre cómo, en qué sistema o por qué razón el signo representa al Objeto o grupo de Objetos que representa. Ahora, el signo y la Explicación juntos constituyen otro signo, y debido a que la explicación será un Signo, probablemente requerirá una explicación adicional, la cual considerada junto con el Signo ya expandido constituirá un signo más abarcador. Al continuar este procedimiento del mismo modo, por último alcanzaremos, o deberíamos alcanzar, un signo de sí mismo, que contenga su propia explicación y aquellas de todas sus partes significativas; y de acuerdo con esta explicación, cada una de dichas partes tiene otra parte que constituye su Objeto. Conforme a lo dicho, todo signo tiene, actual o virtualmente, lo que podemos llamar un Precepto de explicación según el cual se lo debe entender como una especie de emanación, por así decirlo, de su Objeto.

 56 - 1911 - MS 849:

Una Crítica Lógica de algunos Artículos  de la Fe Religiosa.

La palabra signo, como será utilizada aquí, denota cualquier objeto del pensamiento que provoque cualquier clase de acción mental, ya sea voluntaria o no, que concierna a algo de otro modo reconocido. […] Todo signo denota algo, y lo que sea que denote se denomina su objeto […] Denomino interpretante a la idea o acción mental que un signo provoca y hace que el intérprete la atribuya a su Objeto u Objetos. […] Porque un signo no puede denotar un objeto que de otro modo el intérprete no conoce, por la obvia razón de que si no conoce en absoluto al objeto de antemano, no puede poseer estas ideas que son sólo mediante las cuales su atención se puede limitar al preciso objeto denotado. Todo objeto de la experiencia provoca una idea de alguna clase, pero si esa idea no se asocia de un modo suficiente y correcto con alguna experiencia previa a fin de limitar su atención, no será un signo.

Un Signo tiene necesariamente para su Objeto algún fragmento de historia, es decir, de historia de ideas. Debe provocar alguna idea. Esa idea debe contribuir por completo a limitar la atención, como en signos tales como “hombre”, “virtud”, “manera”.

57 – v. 1911 – MS 675

Un Esbozo de Crítica Lógica.

[…] En primer lugar, un “Representamen”, al igual que una palabra (de hecho, la mayoría de las palabras son represetámenes), no es una única cosa, sino que es de la naturaleza de un hábito mental: consiste en el hecho de que algo sucedería. Los veintitantos artículos “el” que aparecen en una página cualquiera son todos la misma palabra; es decir, son muchas instancias de una única palabra. He aquí dos instancias de representámenes: “mató”, “un hombre”. El primero de varios caracteres que son, cada uno de ellos, o esenciales para un signo por ser verdaderamente un instancia de un Representamen o, de otro modo, propiedades necesarias de un objeto tal, es que debería tener el poder de llamarle la atención a toda mente que sea apta para “interpretar” sus dos o más “Objetos”. [De los ejemplos de instancias de representámenes mencionados anteriormente, el primero tiene cuatro objetos y el segundo, dos.] El segundo de dichos caracteres es que al menos dos de los objetos deben ser diferentes al representamen. Estoy seguro de que un análisis más minucioso del que yo he hecho conduciría a una descripción más completa del carácter. El tercero consiste en la propiedad de que el intérprete del representamen debe tener algún conocimiento empírico, directo o indirecto, de cada objeto del Representamen antes de que pueda desempeñar su función. […]

58 - v. 1911 - MS 676: Un Esbozo de crítica lógica.

[...] Si por “signo” queremos decir todo aquello de cualquier naturaleza que es apto para producir un efecto mental especial sobre una mente en la que se han producido determinadas asociaciones (y utilizo la palabra “asociación” invariablemente como lo hacían los asociacionistas originales, para referirme a un hábito mental y nunca para hacer referencia al acto o efecto de sugerencia de asociación) debemos admitir que un aire musical y una orden que un oficial da a su soldado son signos. Aunque pareciera que un lógico de otro modo no se interesa prácticamente en dichos signos emocionales e imperativos, mientras nadie más se ocupe del análisis de la acción de tales signos, él está obligado a asumir esa tarea para contrastar la acción de éstos con la de los signos cognitivos a fin de perfeccionar la definición de estos últimos. [...]

 

59 - 1911 - MS 854 - Comentario sobre la crítica lógica de los Artículos esenciales de la Fe religiosa (20/11/1911).

Naturaleza de un Signo. El objeto de un signo es todo lo que éste reconoce, debido a que el signo no puede ser comprendido hasta que el Objeto ya sea idénticamente conocido, aunque este último puede ser indefinido. Al ser esto así, sólo necesita que se conozca su calidad de indefinido. El interpretante es la acción mental sobre el Objeto que el signo provoca.

Por ejemplo, la palabra perro (con el significado de “algún perro”), implica la noción de que hay algún perro, pero queda indefinida. El Interpretante es la idea en cierto modo indefinida de los caracteres que posee el “algún perro” al que nos referimos. Y debemos distinguir entre el Objeto Real y el Objeto como está implicado en el signo. Este último es alguno de los perros que ya conocemos por experiencia directa o alguno de los que más o menos creemos que existen.

La palabra perro no provoca ninguna otra noción que la de los caracteres que [...] posee. 

El “Objeto” perro nos hace pensar en un perro tal como aquel del que tiene noción la persona a la que se dirige. Pero el Objeto real incluye alternativamente a otros perros que la parte destinataria no conoce todavía pero que puede llegar a conocer.

Con respecto a los caracteres que conocemos, tiene cuatro patas, es un animal carnívoro, etc., y aquí debemos distinguir entonces:

-primero, los caracteres esenciales que la palabra implica: el interpretante esencial

-segundo, la idea que provoca de hecho en el intérprete particular  

-tercero, los caracteres que especialmente tenía la intención de provocar; quizás, sólo una parte de los caracteres esenciales, quizás otros que no son esenciales y que la palabra provoca ahora, aunque no hayan sido conocidos hasta este momento.

A fin de comprender mejor un Signo, debemos considerar que es en su Ser Real en lo cual provoca algún tipo de acción mental; y este Ser Real es una historia o Parte de una historia, y una parte de ésta puede ser un Signo de otra parte.

Algún perro es un [...]

Provoca la idea de un Perro [...] es signo de un Perro y su Interpretante está forzado por la propia creencia del intérprete en la verdad del signo para considerar que es un perro y admitir que posiblemente sea un perro cazador de ratas.

Un signo puede recurrir al propio Intérprete para afirmar que el Hecho denotado realmente requiere el [...] de determinado carácter [...] o el Signo puede ejercer una Fuerza para hacer que el Intérprete asocie alguna Idea al Objeto del Signo.

 

60 - MS 670:

Un Signo, entonces, es todo aquello (ya sea un Actual, un Posible o un Supuesto) que afecta a una mente, su Intérprete, y dirige la atención de ese intérprete a algún Objeto (ya sea Actual, Posible o Supuesto), el cual ya ha ingresado en la esfera de su experiencia. Además de esta acción puramente selectiva del signo, éste tiene el poder de provocar en la mente (ya sea directamente mediante la imagen o el sonido, o indirectamente) alguna clase de sentimiento, esfuerzo o pensamiento; [...]

 

 

 

TEXTOS NO FECHADOS

 

61 - C.P. 1 - 339 - Fragmento no identificado.

La más fácil de aquellas ideas que son de interés filosófico es la de signo o representación. Un signo está por algo para la idea que produce o modifica. O bien, es un vehículo que transmite hacia la mente algo exterior. Aquello por lo que está se denomina su objeto; aquello que transmite, su significado y la idea que genera, su interpretante. El objeto de la representación no puede ser otra cosa más que una representación de la cual la primera representación es el interpretante. Pero puede concebirse que una progresión infinita de representaciones, cada una representando a la anterior, tiene un objeto absoluto en su límite. El significado de una representación no puede ser otra cosa más que una representación. De hecho, no es otra cosa más que la propia representación concebida como despojada de la vestidura irrelevante. Pero esta vestidura no se puede quitar nunca por completo; sólo se la cambia por algo más diáfano. Por lo tanto, aquí se da una regresión infinita. Finalmente, el interpretante no es otra cosa más que otra representación a la cual se le entrega la antorcha de la verdad y, al ser una representación, tiene nuevamente su interpretante. He aquí, otra progresión infinita.

 

62 - NEM IV - p. XXI - Extraído de MS. 142.

Un signo es algo que es el representante, o suplente, de otra cosa con el propósito de afectar a una mente [...]

 

63 - NEM IV - P. 239 - Kaina stoïcheia.

Todo signo (B), que es un signo de A, es apto para determinar algún propósito, sin violar los de su A; es decir, de acuerdo con la “Verdad”, aunque éste (B) denote sólo una parte de los objetos del signo (A) y signifique sólo una  parte de los caracteres de A, lo denomino el interpretante de A.

 

64 - MS 381 - Sobre la naturaleza de los Signos.

Un signo es un objeto que está por otro para alguna mente. Me propongo describir los caracteres de un signo. En primer lugar, como cualquier otra cosa, debe tener cualidades que le sean propias, ya sea si se lo considera como signo o no; por lo tanto, una palabra impresa es de color negro, tiene un determinado número de letras y esas letras tienen determinadas formas. A dichos caracteres de un signo los denomino su cualidad material. En segundo lugar, un signo debe tener alguna conexión real con la cosa a la que significa, a fin de que cuando el objeto está presente o está del modo en que el signo lo significa, el signo lo significará por lo tanto de esa manera y no de otra. [...] En primer lugar, para un signo es necesario ser reconocido como tal, ya que sólo es un signo para aquella mente que así lo considera, y si no es un signo para ninguna mente, no es un signo en absoluto. Primero, la mente debe conocer sus cualidades materiales, así como su aplicación demostrativa pura. Esa mente debe concebirlo conectado con su objeto, a fin de que sea posible razonar desde el signo hacia la cosa. [...]

 

65 - MS 793: [Sobre los Signos.]

Pero en este momento se necesitan realizar ciertas distinciones. Aquello que es comunicado desde el objeto, a través del Signo y hacia el interpretante es una Forma; es decir, no es para nada como algo existente, sino que es un poder, es el hecho de que algo sucedería bajo ciertas condiciones. Esta forma está realmente incorporada en el objeto, y esto quiere decir que la relación condicional que constituye la forma es verdaderamente de ella o está en el Objeto. En el signo, está incorporada sólo en un sentido representativo, es decir que ya sea por virtud de alguna modificación real del Signo o por alguna otra razón, el signo se dota del poder de comunicarla a un interpretante. Puede estar en el Interpretante directamente, como está en el Objeto, puede estar en el Interpretante dinámicamente, como comportamiento del Interpretante (esto sucede cuando un oficial militar utiliza el signo “¡Alto!” o “¡Marchen!” y sus hombres simplemente lo obedecen, quizás automáticamente) o puede estar en el Interpretante asimismo sólo representativamente. En los grafos existenciales, el Interpretante es afectado de la última manera mencionada. Pero por ahora, es mejor considerar sólo los caracteres comunes a todos los signos.

 

66 - MS 793 - [Sobre los Signos].

Un Signo es todo aquello (A) que:

(1) además de otros caracteres propios,

(2) está en una relación diádica (p) con un correlato puramente activo (B) y está  también

(3) en una relación triádica con B para un correlato puramente pasivo (C). Esta relación triádica es tal que determina que C esté en una relación (μ) con B, en tanto que la relación μ corresponde a la relación p de forma reconocida. La relación diádica de C con A le sería igualmente propia aún si A no existiera.

Por ejemplo, [...] el signo, la oración “Dejemos que el ave cantora de Heliópolis sea nuestra designación del ave fénix” podemos considerar a B de distintas formas, o como el ave fénix o como la determinación del escritor, etc. Cualquiera sea el caso, sin embargo, lo que es esencial para la relación entre la oración y B es la determinación del escritor para que se denomine al ave fénix el ave cantora de Heliópolis. Sin embargo, esta determinación tendría la misma forma si estuviera expresada o no en esta oración. Y en la oración subsiguiente, el sentido en el que se dice que ciertos correlatos de una relación dada son “activos” o “pasivos” es que, al considerar los diferentes caracteres de todos los correlatos con la única excepción de aquellos que están implicados inmediatamente en la enunciación de la relación, ninguno de los que involucran sólo a correlatos no pasivos variará por necesidad esencial inmediata conllevando una variación de aquellos que involucran sólo a correlatos pasivos. En tanto, ninguna variación de los caracteres que involucran sólo a correlatos no activos conllevará por necesidad esencial inmediata una variación de aquellos que involucran sólo a correlatos activos. Mientras que por “activo-pasivo” se entiende activo con respecto a algunos correlatos y pasivo con respecto a otros [...] “activo o pasivo” significa [...] activo y [...] sin ser activo-pasivo.

67 - MS 793 - [Sobre los Signos].

[...] lo que es comunicado desde el Objeto a través del Signo hacia el Interpretante es una Forma. No es una cosa única, ya que si una cosa Única estuviera primero en el Objeto y luego en el Interpretante fuera del Objeto, debería dejar de existir por lo tanto en el Objeto. La forma comunicada no deja de existir necesariamente en una cosa cuando pasa a existir en otra diferente, porque su ser es el de un predicado. El Ser de una Forma consiste en la verdad de una proposición condicional. Bajo ciertas circunstancias algo sería verdad. La Forma está en el Objeto, se podría decir, entitativamente, en el sentido de que esa relación condicional, o consecuente conforme a razón, que constituye la Forma es literalmente verdadera del Objeto. En el Signo la Forma puede [...] estar incorporada entitativamente, pero debe estar incorporada representativamente, es decir, con respecto a la Forma comunicada, el Signo produce sobre el Interpretante un efecto similar al que produciría el Objeto bajo circunstancias favorables.

68 - MS 793 - [Sobre los Signos].

A efectos de este estudio, un Signo puede definirse como un Medio para la comunicación de una Forma. No es lógicamente necesario que cualquier cosa que posea conciencia, es decir, sentimiento o la cualidad peculiar común a todos nuestros sentimientos, deba estar involucrada. Pero es necesario que haya dos, si no es que tres, casi-mentes, en el sentido de cosas capaces de diversas determinaciones en cuanto a formas del tipo de la comunicada.

Como medio, el Signo está esencialmente en una relación triádica con su Objeto que lo determina y con su Interpretante al cual él determina. En su relación con el Objeto, el signo es pasivo, es decir, su correspondencia con aquel es originada por un efecto sobre el signo, mientras que el Objeto no queda afectado. Por otro lado, el signo es activo en su relación con el Interpretante ya que lo determina sin ser él mismo afectado por eso.

69 - MS 793 - [Sobre los Signos, quatre versions d’une certaine page 11[4]].

a - Un Signo sería un Primero Segundo (Priman Secundan)  de algo llamado su Objeto y si cualquier cosa estuviera en una relación determinada con el denominado signo siendo un Interpretante para él, el Signo determinaría activamente que el Interpretante esté en una relación con el mismo Objeto que corresponde a la suya propia.

b - Un “Signo” es un genuinamente genuino Tercero (Tertian). Generalmente, sería un Primero en algunos caracteres denominados sus “Caracteres Materiales”. Pero además, es esencialmente (aunque sólo formalmente) un Segundo de algo llamado su “Objeto Real”, el cual es puramente activo en la Secundariedad (Secundanity), al no ser inmediatamente modificado por esta Secundariedad. Estos caracteres del Objeto Real que son esenciales para la identidad del Signo constituyen un ens rationis denominado “Objeto Inmediato”. Es más, el Signo está adaptado de un modo plausible a ser un Tercero de su Objeto Inmediato para un ens rationis constituido así en la misma relación (genérica) con el Objeto que en la que el Signo mismo está con este último. Este Tercero es llamado “Interpretante Intencional”, pero el... [incompleto]

c - Un Signo sería en algunos aspectos un Primero, y sus determinaciones como Primero se denominan sus caracteres Materiales. Pero además es un Segundo de lo que se llama su Objeto Real, el cual es completamente activo y no es inmediatamente modificado por esta Secundariedad. En cuanto el Signo es un segundo del Objeto Real, se denomina a este último Objeto Inmediato. El Signo está adaptado de un modo plausible para ser un tercero de su Objeto Inmediato para algo hasta ahora llamado su Interpretante Intencional. El Signo sólo funciona como tal en la medida en que el Interpretante Intencional sea un Segundo del mismo para un Interpretante Actual, el cual por lo tanto se adapta para convertirse en un signo del Objeto Inmediato [hay un signo de  interrogación  sobre esta última palabra][5] para un nuevo Interpretante Intencional. En cuanto el Interpretante es tal Tercero, se lo llama Interpretante Reflejo.

d - Un “Signo” sería en algunos aspectos un Primero, y sus determinaciones como tal se denominan sus “caracteres Materiales”. Pero además es un Segundo de algo llamado su “Objeto Real”, el cual es puramente activo al no ser inmediatamente modificado por esta Secundariedad. Al ser el signo un Segundo del Objeto Real, es de allí que se lo llama “Objeto Inmediato”. El Signo está adaptado de un modo plausible para ser un Tercero de su Objeto Inmediato para algo que por eso debería involucrarlo en la misma relación genéricamente diádica con ese Objeto en la que el Signo mismo está con ese Objeto; este Tercero se denomina “Interpretante Intencional”. Pero el Signo funciona como tal sólo en la medida en que el Interpretante Intencional sea un Segundo del mismo y, además, sea un Tercero del mismo para un existente llamado “Interpretante Actual”, los modos de... [incompleto]

73 - MS 801: Lógica: Considerada como un Estudio sobre la Naturaleza General de los Signos (Lógica).

Por signo quiero decir todo aquello que está influido de cualquier manera, directa o indirecta, y de tal forma por cualquier otra cosa (a la que llamo su Objeto) y la cual a su vez influye sobre una mente, que esta mente está por lo tanto influida por el Objeto. Denomino Interpretante del signo a aquello que es provocado en la mente. Esta explicación bastará por el momento, pero las distinciones que se tendrán que trazar son extensas.

74 - MS 810: [Sobre los Principios Formales de la Lógica Deductiva].

Una representación mental es algo que relaciona a la mente con un objeto. En general, una representación (aquí defino mi uso del término) es algo que relaciona una cosa con otra. Aquí está involucrado el concepto de tercero y, por lo tanto, también los conceptos de segundo u otro y de primero o uno. De hecho, una representación no es otra cosa que algo que tiene un tercero a través de un otro. En consecuencia, podemos considerar a un objeto:

1. como un algo, con determinaciones internas;

2. como relacionado con un otro;

3. como relacionando a un segundo con un tercero.

75 - MS 914: [Primeridad (Firstness), Secundidad (Secondness), Terceridad (Thirdness) y la Reductibilidad de la Cuatridad (Fourthnes)].

La forma más característica de terceridad es la de un signo, y está demostrado que todo acto de conocer es de la naturaleza de un signo. Todo signo tiene un objeto, el cual puede ser considerado como está representado inmediatamente en el signo o como es en su propia primeridad. Para que el signo cumpla su función es igualmente esencial que determine un Interpretante o un segundo correlato relacionado con el objeto del signo del mismo modo que el signo está relacionado con ese objeto. Este Interpretante puede ser considerado como el signo lo representa, como es en su secundidad pura con el objeto y como es en su propia primeridad.

76 - MS 1345.

Sobre la Clasificación de las Ciencias.

Un Representamen puede ser considerado desde tres puntos de vista formales. En primer lugar, como la sustancia de la representación o el vehículo del Significado que es común a los tres representámenes de la tríada. En segundo lugar, como el casi-agente en la representación, conforme al cual genera su Verdad, es decir, como el Objeto Natural. En tercer lugar, como el casi-paciente de la representación, o aquello cuya modificación en la representación genera su Inteligencia, al cual se puede denominar Interpretante.

Así, al mirar un mapa, el mapa en sí mismo es el vehículo, el país representado es el Objeto Natural y la idea provocada en la mente es el Interpretante.

Más aún, todo representamen puede ser considerado como un reactivo y así se deja de lado su carácter intelectual. Además, tanto el representamen como el reactivo pueden ser considerados como quales y de este modo se deja de lado su carácter relativo. Hacemos esto, por ejemplo, cuando decimos que la palabra hombre tiene seis letras.


[1] N. de la T: Entre paréntesis y en cursiva incluyo los términos que considero conveniente conservar en el idioma original ya sea porque son característicos de Peirce y en varios textos se los utiliza en inglés o porque no tienen una traducción consensuada. Repito los términos cada vez que comienzo una nueva definición o cuando intento evitar ambigüedades.

[2] N. de la T.: Acotación de Robert Marty. Original en francés. Traducción: “frase incompleta”.

[3] N. de la T: Cerbero, en la mitología griega, perro de tres cabezas, con cola de dragón, que guardaba la entrada al Hades, el mundo subterráneo. El monstruo permitía que todos los espíritus entraran en el Hades, pero no dejaba que nadie saliera.

[4] N. de la T: Acotación de Robert Marty. Traducción: “cuatro versiones de una página 11.”

[5] N. de la T: Acotación de Robert Marty.